Miguel Uribe Turbay falleció este 11 de agosto a la 1:56 de la madrugada. Durante dos meses luchó en la Fundación Santa Fe, luego de ser víctima de un sicario, menor de 15 años, que le disparó directo a la cabeza mientras ejercía sus labores como precandidato presidencial del Centro Democrático, en el occidente de Bogotá, el 7 de junio pasado. El hecho ya es considerado como un magnicidio, por el impacto social que ha generado la noticia y las repercusiones políticas de la muerte de quien se perfilaba como el más opcionado para ser candidato de la derecha para las elecciones de 2026. Un eslabón más en la cadena de muertes y hechos siniestros que ha padecido su familia por cuenta de la violencia.
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En contexto: Murió Miguel Uribe Turbay tras dos meses del atentado en su contra
El precandidato presidencial referenció a lo largo de su carrera política, en entrevistas y discursos públicos, una circunstancia que le marcó la existencia: creció con la mera descripción de quién fuera su madre, Diana Consuelo Turbay Quintero. Una periodista y lideresa que dirigió la revista Hoy por Hoy y que era hija del expresidente Julio César Turbay Ayala y murió el 25 de enero de 1991, durante un fallido operativo de rescate realizado por la Policía, en Copacabana (Antioquia), en donde se encontraba secuestrada por orden del jefe del cartel de Medellín, Pabloe Escobar Gaviria.
“Asesinada Diana Turbay. Los secuestradores le dispararon por la espalda. Rescatado ileso el camarógrafo Richard Becerra. El Cuerpo Élite de la Policía adelantaba un operativo tras Pablo Escobar”. Así encabezó El Espectador la portada del 26 de enero de 1991, cuyo contenido fue el crudo suceso, aprovechado como mensaje por el Cartel de Medellín en su entonces campaña por la no extradición. La misma que llevó al asesinato del ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, en un contexto en el que también fue asesinado el director de este diario, Guillermo Cano el 17 de diciembre de 1986.
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Para enero de 1991, Turbay llevaba secuestrada cinco meses junto a un numeroso equipo periodístico. Bajo el señuelo de que tendría una entrevista exclusiva con el cura Manuel Pérez, jefe guerrillero del Eln, sus victimarios lograron convencer a la periodista de ir hacia ellos. Para entonces, la Policía había recibido información de que Escobar estaba escondido en una hacienda de Sabaneta, al norte de Medellín. Un cuerpo élite de la institución envió a cerca de 120 hombres en por lo menos cinco helicópteros y dos camiones. Pero en la finca no estaba el gran capo, sino Turbay. Tras un escape hacia la montaña, los captores le dispararon tres veces.
Esa fue la misma cantidad de impactos que recibió su hijo 34 años después. Con otra coincidencia igual o más dolorosa: Uribe Turbay tenía cinco años cuando perdió a su mamá. Alejandro Uribe Tarazona, hijo del fallecido senador, tiene cuatro. La violencia colombiana persiguió la sangre Turbay hasta el Caquetá. En diciembre de 2000 ocurrió uno de los hechos violentos más recordados en la historia de la región y que fracturó, de nuevo, a la familia. En la vía hacia el municipio de Puerto Rico, hombres del frente 14 de las Farc detuvieron una caravana de tres vehículos en la que estaba el presidente de la Comisión de Paz de la Cámara, Diego Turbay Cote.
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Minutos después, el congresista fue asesinado junto a su madre y cinco acompañantes más. Diego Turbay Cote, hijo del excongresista Luis Hernando Turbay, era descendiente de una de las ramas familiares que llegó al Caquetá, directamente de Antonio Amín Turbay, de origen libanés, considerado el principio del árbol genealógico en el país y por eso familiar lejano de Turbay Ayala. Este hecho se produjo en momentos en que, a pocos kilómetros del lugar, la guerrilla de las Farc adelantaba diálogos de paz con el gobierno de Andrés Pastrana.
Hoy se recuerda que, cuando la caravana fue detenida, confiado en la situación imperante en la región y en el país, Diego Turbay Cote dijo a sus acompañantes: “Tranquilos muchachos, yo soy el presidente de la Comisión de Paz de la Cámara”. Sin embargo, sin discusiones, los guerrilleros los asesinaron. Recibió 57 impactos de bala. Entre los procesados por la cacería a los Turbay Cote está el excongresista Luis Fernando Almario, quien estuvo vinculado principalmente al Partido Conservador. En mayo de 2023, la Unidad de Investigación y Acusación de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) lo acusó por más de 30 hechos de lesa humanidad, ocurridos en alianza con las Farc.
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Lo que concluyó preliminarmente la denominada Fiscalía de la JEP es la participación de Almario en un entramado criminal para acabar con el movimiento liberal más importante de Caquetá. Constanza Turbay, hermana de Diego Turbay, y la única sobreviviente de su familia en el Caquetá, tuvo que exiliarse en 2007. “Me advirtieron que era objetivo, no de la guerrilla, sino de los paramilitares. Nunca entendí por qué, pero desde entonces no pude volver a vivir en el país y resido en el exterior. Vengo cuando puedo, porque esta es mi patria amada y ahora espero poder regresar del todo”, explicó en entrevista con este diario en 2016.
La violencia regresó a la familia Turbay este 2025, justo cuando Miguel Uribe Turbay se perfilaba como el candidato presidencial de la derecha. Uno de los elegibles para, en 2026, ocupar el mismo puesto que su abuelo, Julio César Turbay. Sin embargo, un sicario frenó las aspiraciones de manera prematura y las órdenes detrás de ese impacto, las cuales permanecen bajo investigación, serán la máxima tarea de las autoridades investigativas de ahora en adelante.
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