¿Lay’s o Laysa? El lío entre dos marcas de papas fritas en el Consejo de Estado

Pepsico, el gigante mundial de alimentos procesados, demandó a la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) porque un registro de marca que concedió esta entidad. Todo comenzó porque Germán Gaviria Santacoloma, empresario de Pereira, decidió inscribir las papas fritas Laysa y la SIC le dio luz verde. La multinacional demandante considera que el nombre colombiano se confunde con el de la marca Lay’s registrada alrededor del mundo a su nombre.

(Lea también: Consejo de Estado negó a Louis Vuitton registro de una marca).

Por medio de una acción de nulidad Pepsico pretende, entonces, tumbar la resolución que le permitió el funcionamiento a la marca pereirana. El caso está en el despacho del magistrado Oswaldo Giraldo Pérez, de la Sección Primera del Consejo de Estado, pero en los temas de derechos del consumidor hay que hilar tan fino, que Giraldo le pidió un concepto al Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina, el cual se conoció recientemente.

La interpretación de la corporación internacional debe ser integrada al fallo del Consejo de Estado, pero no es del todo concluyente. Lo magistrados colombianos deberán entrar a analizar tres puntos clave, según aconseja el Tribunal: la irregistrabilidad de signos por identidad o similitud, pues puede existir un riesgo de confusión o asociación del consumidor, que, por ejemplo crea que está comprando un producto, cuando en realidad está comprando otro; la comparación entre signos denominativos, es decir, su parecido fonético; y la comparación entre signos mixtos y denominativos, es decir, la imagen a la que el consumidor asocia la marca.

(Le puede interesar: Registro de marcas y lemas comerciales ahora será más rápido:SIC).

En Colombia las papas fritas de Pepsico se llaman “Margarita”, pero desde 1965 la empresa norteamericana tiene el registro de ese nombre. Los productos Lay’s, sin embargo, están presentes alrededor el mundo —con algunos cambios en los nombres en otros países como Reino Unido, donde se llaman “Walkers”— y solo en Estados Unidos tienen el 59% del mercado de snacks, según cifras de la empresa.

La otra parte de la controversia, Laysa, es producida por la empresa German Gaviria S. y Cia Ltda Distrimotos, con sede en la capital risaraldense. Aunque inicialmente era una fábrica de piñones para motocicletas, desde 2008 registraron esta línea de negocio en el mercado de los alimentos procesados.De hecho, este video promocional de las papas, fue subido en 2012 desde la cuenta de Distrimotos. 

Germán Gaviria Santacoloma, por su parte, fue integrado al proceso como tercero interesado, pero la demanda no cae sobre él. Sin embargo, el Consejo de Estado lo citó a dar su testimonio como representante legal de la sociedad German Gaviria S. y Cia Ltda Distrimotos, a quien pertenece la marca Laysa. El empresario incumplió la citación del alto tribunal el año pasado y le impusieron una multa de dos salarios mínimos.

(Le puede interesar: Las dos caras del caso Evacol versus Crocs).

Pepsico, el gigante mundial de alimentos procesados, demandó a la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) porque un registro de marca que concedió esta entidad. Todo comenzó porque Germán Gaviria Santacoloma, empresario de Pereira, decidió inscribir las papas fritas Laysa y la SIC le dio luz verde. La multinacional demandante considera que el nombre colombiano se confunde con el de la marca Lay’s registrada alrededor del mundo a su nombre.

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Por medio de una acción de nulidad Pepsico pretende, entonces, tumbar la resolución que le permitió el funcionamiento a la marca pereirana. El caso está en el despacho del magistrado Oswaldo Giraldo Pérez, de la Sección Primera del Consejo de Estado, pero en los temas de derechos del consumidor hay que hilar tan fino, que Giraldo le pidió un concepto al Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina, el cual se conoció recientemente.

La interpretación de la corporación internacional debe ser integrada al fallo del Consejo de Estado, pero no es del todo concluyente. Lo magistrados colombianos deberán entrar a analizar tres puntos clave, según aconseja el Tribunal: la irregistrabilidad de signos por identidad o similitud, pues puede existir un riesgo de confusión o asociación del consumidor, que, por ejemplo crea que está comprando un producto, cuando en realidad está comprando otro; la comparación entre signos denominativos, es decir, su parecido fonético; y la comparación entre signos mixtos y denominativos, es decir, la imagen a la que el consumidor asocia la marca.

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En Colombia las papas fritas de Pepsico se llaman “Margarita”, pero desde 1965 la empresa norteamericana tiene el registro de ese nombre. Los productos Lay’s, sin embargo, están presentes alrededor el mundo —con algunos cambios en los nombres en otros países como Reino Unido, donde se llaman “Walkers”— y solo en Estados Unidos tienen el 59% del mercado de snacks, según cifras de la empresa.

La otra parte de la controversia, Laysa, es producida por la empresa German Gaviria S. y Cia Ltda Distrimotos, con sede en la capital risaraldense. Aunque inicialmente era una fábrica de piñones para motocicletas, desde 2008 registraron esta línea de negocio en el mercado de los alimentos procesados.De hecho, este video promocional de las papas, fue subido en 2012 desde la cuenta de Distrimotos. 

Germán Gaviria Santacoloma, por su parte, fue integrado al proceso como tercero interesado, pero la demanda no cae sobre él. Sin embargo, el Consejo de Estado lo citó a dar su testimonio como representante legal de la sociedad German Gaviria S. y Cia Ltda Distrimotos, a quien pertenece la marca Laysa. El empresario incumplió la citación del alto tribunal el año pasado y le impusieron una multa de dos salarios mínimos.

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