El fiscal de la Unidad de Derechos Humanos que investiga el magnicidio del líder conservador Álvaro Gómez Hurtado ordenó las declaraciones del ex jefe paramilitar Hébert Veloza, alias H.H.., y el narcotraficante Samuel Santander Lopesierra, conocido como El Hombre Marlboro. Ambos fueron extraditados a los Estados Unidos, en 2004 y 2009, respectivamente, y a través de la Oficina de Asuntos Internacionales, la Fiscalía ya adelanta gestiones para tomar sus testimonios.
El anuncio lo hizo el fiscal general (e) Fernando Pareja, quien advirtió que obran evidencias en el expediente que apuntan a que tanto Lopesierra —condenado por una corte federal a 25 años de prisión— como Veloza tienen información sobre los móviles y partícipes en el crimen del dirigente, perpetrado el 2 de noviembre de 1995 al norte de Bogotá. En aquella época, alias H.H. ya se había incorporado a las autodefensas de la casa Castaño y Santa Lopesierra, como fue conocido en La Guajira, mantenía nexos con las mafias de la Costa Atlántica y el cartel del norte del Valle, al tiempo que fungía como senador de la República.
En el caso particular de Hébert Veloza, antes de ser extraditado por delitos relacionados con el narcotráfico, el ex comandante del bloque Calima entregó a la Fiscalía una USB con información confidencial de Carlos Castaño Gil, asesinado por orden de su hermano Vicente en abril del año 2004. El documento aportado por H.H. contiene correos cruzados entre Castaño y algunos cercanos colaboradores en donde se menciona el nombre del coronel (r) Danilo González, su amigo personal, ultimado en Bogotá también en 2004. Así, pues, con los últimos correos de Castaño Gil, la versión de H.H. y el testimonio de Santa Lopesierra, la Fiscalía avanza en sus pesquisas para aclarar los cabos sueltos del magnicidio de Gómez Hurtado.