Luis Hernández es el nuevo presidente de la Sala Penal de la Corte Suprema

Luis Hernández (segundo de izquierda a derecha) se posesionó en marzo de 2016, junto a seis magistrados más de la Corte Suprema. / Foto: Presidencia

El magistrado Luis Antonio Hernández terminó el año pasado con una tarea colosal en sus manos: investigar la supuesta red de corrupción que habría alcanzado los más altos estamentos de la Corte Suprema de Justicia -más conocido como el cartel de la toga-, corporación de la cual hace parte desde 2016. Ahora, tiene una tarea aún mayor: cumplir con esa importante misión mientras, a la vez, es la voz de la Sala Penal, pues acaba de ser elegido por sus compañeros como presidente. 

Hernández ha forjado su carrera en la Rama Judicial. Empezó como escribiente de un juzgado en los años 80 y, en 1994, ya era director seccional de Fiscalías de Bogotá. Fue también juez de instrucción criminal y, antes de llegar como magistrado titular, este abogado de la Universidad Libre fue magistrado auxiliar de la Corte Suprema durante casi 20 años. 

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La investigación que coordina Hernández es la que involucra a dos congresistas, Hernán Andrade y Musa Besaile, y al exsenador Luis Alfredo Ramos. Lo que la Corte trata de esclarecer es si ellos tres habrían pagado altas sumas de dinero para influir en los expedientes que la Corte había abierto en su contra. Andrade y Ramos han negado tales actos, pero Besaile está detenido tras haber admitido que pagó $2.000 millones para frenar una orden de captura por parapolítica. 

Por el escándalo del cartel de la toga están detenidos Gustavo Moreno, exjefe anticorrupción de la Fiscalía de Néstor Humberto Martínez; Leonardo Pinilla, su socio; y Francisco Ricaurte, expresidente de la Corte Suprema que ya fue llamado a juicio; están siendo investigados el exmagistrado de la Corte José Leonidas Bustos y el magistrado Gustavo Malo; y Alejandro Lyons, delator del cartel, está en Miami, donde coopera con la DEA.

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