Mural “Estado Asesino” y otros graffitis que han sido borrados

Mural Estado Asesino en Medellín, Centro Cultural Julieth Ramírez en La Gaitana (Bogotá) y mural ¿Quién dio la orden? cerca de la Escuela Militar de Cadetes.

Foto: Archivo Particular y Archivo El Espectador

La comunidad grafitera de Medellín pintó los muros del deprimido de la Av. San Juan en Medellín con las palabras “Estado Asesino”, el pasado 3 de mayo, en medio de las manifestaciones por el Paro Nacional y violencia policial denunciada y documentada por organizaciones protectoras de DD. HH. El mural duró menos de una semana, pues al parecer miembros del Ejército lo borraron en la madrugada del 8 de mayo. Así como ese, otros murales que mencionan a la Fuerza Pública quedaron para el recuerdo.

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El mural “Estado Asesino”, que tenía una longitud de casi 100 m, mostraba en el centro también una figura del deformada del presidente Iván Duque. La imagen fue ampliamente difundida en redes sociales, en un contexto de protestas sociales inicialmente convocadas contra la reforma tributaria del gobierno. De acuerdo con la Campaña Defender la Libertad, solo Antioquia se registraron un total de 226 denuncias por violencia policial a corte del 4 de mayo.

El portal Ifm Noticias incluso asegura que a sus periodistas llegaron denuncias de que el alcalde Daniel Quintero participó en la creación del mural. Además, que la barra de Atlético Nacional “Los Del Sur” habría recibido dinero para participar del graffiti. Sin embargo, está información fue criticada por la comunidad grafitera de Medellín, pues podría estar siendo “manipulada con el fin de crear odio”.

Julieth Ramírez y el CAI La Gaitana en Bogotá

La joven Julieth Ramírez, de 18 años, murió el 9 de septiembre del año pasado, durante las jornadas de protesta por la muerte bajo custodia policial del abogado Javier Ordóñez, esa misma madrugada tras recibir una golpiza de los expolicías Harby Rodríguez y Juan Camilo Lloreda. Julieth Ramírez iba a comprar una gaseosa en un OXXO del barrio La Gaitana (Bogotá), cuando iniciaron las protestas contra la fuerza pública. A eso de las 7:30 de la noche, un disparo que, según testigos, venía dirigido desde el CAI La Gaitana terminó con su vida.

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Durante los días siguientes, la comunidad de La Gaitana creó el “Centro Cultural Julieth Ramírez”, en el mismo CAI La Gaitana, con frases como “queremos paz y educación” o “primero la vida”. El colectivo de ciudadanos quiso convertir el espacio policial en un centro de lectura, creación musical y arte. En medio de libros y graffitis, quedó plasmada la imagen de Julieth Ramírez, quien estudiaba ingles y psicología.

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Sin embargo, el 13 de septiembre pasado la Policía de La Gaitana respondió pintando de nuevo el lugar. “Según lo manifestado por el señor Comandante de Estación de Suba, la situación obedeció a una recuperación después de haber sido vandalizado” explicó la fuerza pública. En fotos y videos quedó registrado cómo miembros de la institución marcaron el mural de Julieth Ramírez con pintura gris, una acción que fue criticada públicamente por el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo.

Mural ¿Quién dio la orden?, una discusión constitucional

El pasado 7 de marzo, el nuevo mural ¿Quién dio la orden? fue destruido cuando apenas llevada dos días instalado en la calle 80 de Bogotá, cerca a la Escuela Militar de Cadetes. Los familiares de las víctimas de ejecuciones extrajudiciales o “falsos positivos” siguen preguntando, a través de la muestras artísticas, quién habría dado la orden de asesinar a 6.402 civiles y presentarlos como bajas en combate, entre 2002 y 2008, cifra publicada en un reciente informe de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).

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La exposición pública del mural ¿Quién dio la orden?, que antes denunciaba la muerte de 5.763 víctimas, está en estudio por la Corte Constitucional desde el pasado 18 de septiembre. La alta corte aceptó estudiar la tutela del general Marcos Evangelista Pinto, quien ante dos juzgados ha ganado la batalla por eliminar el contenido del mural. ¿La razón? Vulneraría el buen nombre de la institución y de él, pues en el antiguo mural -con la cifra de 5.763 víctimas- se le relaciona con 45 casos. Al general Mario Montoya Uribe lo relacionan con 2.429.

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Luz Marina Hache, vocera del Movice -creadora de la pieza grafica-, dijo a El Espectador en agosto del año pasado que la Corte Constitucional debe revisar la tutela “porque están en juego la verdad y la memoria de las victimas frente a lo que está diciendo el general que es el derecho al buen nombre. Nosotros queremos que la Corte sopese esos dos derechos. Consideramos que es mucho más importante el derecho a la verdad de las victimas que el derecho al buen nombre de una persona”.

Dilan Cruz, el nombre de la Calle 19 con 4°

La Calle 19 con 4° del centro de Bogotá es un espacio que la familia de Dilan Cruz y colectivos artísticos han querido intervenir artísticamente, luego de que allí, el 23 de noviembre de 2019, el capitán de la Policía Manuel Cubillos le disparara al joven de 17 años con un arma convencional conocida como bean bag. Lo último que se sabes que la Procuraduría tiene una investigación en firme contra Cubillos y el expediente penal quedó, por ahora, en manos de la Justicia Penal Militar, como lo determinó la Corte Suprema el pasado 29 de abril.

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En los locales comerciales de la Calle 19 con 4° había un mural en homenaje a Dilan Cruz, diseñado con aerosol gris con morado. Sin embargo, en enero pasado, las cámaras de Pacifista registraron a un empleado del lugar tapando la muestra artística con pintura negra. “Eso es prohibido. Lo mandó a quitar el dueño, eso es zona prohibida y lo que hacen acá son los vándalos. Esto es residencial y no tienen derecho de marcar acá”, explicó quien estuvo a cargo de borrar el mural.

Lo mismo sucedió el 23 de septiembre de 2020, cuando se cumplían 10 meses de la muerte del joven estudiante. Todos los graffitis que rodeaban el lugar fueron tapados con pintura verde y los que estaban en el segundo piso de los locales comerciales también, pero con pintura negra. En otras ocasiones, muestras de cariño con flores han sido derrumbadas, sin que a la fecha se sepa quien constantemente vandaliza los actos de memoria histórica.