En medio de cumbias, paredes adornadas con luces de navidad y ramos de flores de gran tamaño, habitantes del departamento del Cauca e integrantes de las disidencias de las Farc acompañaron el entierro de Wilmar Pazú Rivera, conocido con el alias de “Cholinga”. El líder del grupo ilegal comandado por “Iván Mordisco” era uno de los más buscados del suroccidente del país.
Durante un operativo desarrollado con inteligencia dominante de las Fuerzas Militares, las autoridades dieron con el lugar en el que alias “Cholinga” se escondía, en el municipio de Páez (Cauca). Allí murió, en medio de operaciones, el pasado 10 de junio. Al mismo tiempo que las disidencias aterraban a los departamentos de Cauca y Valle del Cauca con sus ataques.
El martes 10 de junio, el mismo día que murio “Cholinga”, las disidencias perpetraron 24 acciones terroristas en el suroccidente del país. Detonaron cuatro carros, dos motocicletas y 10 artefactos cargados con explosivos. Además, perpetraron dos ataques con armas de fuego. Estos atentados dejaron un saldo de cinco civiles y dos policías muertos, y 28 personas heridas.
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El ministro de Defensa, Pedro Sánchez Suárez, y el director de la Policía Nacional, general Carlos Fernando Triana, señalaron que esos ataques estaban directamente relacionados con el tercer aniversario de la muerte de alias “Mayimbú”, otro temido líder guerrillero que delinquía en el suroccidente del país y que murió en un operativo de inteligencia, el 13 de junio de 2022.
Sin embargo, fuentes oficiales le dijeron a El Espectador que, además de esa razón comunicada públicamente, los ataques del pasado 10 de junio estarían relacionados con el operativo que las autoridades ya estaban planeando y adelantando para dar con el paradero de alias “Cholinga”. Las disidencias habrían conocido información al respecto y se pusieron a la defensiva.
Pese a esto, su plan de choque no habría tenido el efecto esperado. En la tarde de ese martes dieron con su paradero, en zona rural de Páez. En el operativo, alias “Cholinga” murió. Lo demás es de la cosecha de las disidencias: un funeral que causó el rechazo de las autoridades por denuncias de constreñimiento a la población para que asistieran de manera obligada.
¿Quién era alias “Cholinga”?
Wilmar Pazú Rivera, alias “Cholinga”, era uno de los líderes más temidos de la facción disidente comandada por “Iván Mordisco”, coordinador de la estructura Dagoberto Ramos de esa organización ilegal. Operaba en los departamentos de Cauca, Valle del Cauca, Huila y Tolima. A su muerte tenía 43 años, de los cuales pasó al menos 28 en las filas de la guerrilla.
Según información de las Fuerzas Militares, “Cholinga” hizo parte de las antiguas Farc. Luego de la firma del Acuerdo de Paz de 2016, se unió a las filas de las disidencias. Para 2018 ya era líder de comisión de la estructura Dagoberto Ramos de esa organización; cargo en el que estuvo también durante 2019. Entre los años 2020 a 2023 fue su líder principal.
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Luego, en 2024, pasó a ser coordinador de frente y antes de su muerte ejercía como líder del Bloque Central Isaías Pardo de las disidencias de las Farc. Aunque delinquía en los departamentos de Valle del Cauca, Tolima y Huila, sus principales enclaves eran los municipios de Padilla, Miranda, Corinto, Caloto, Toribío, Santander de Quilichao y Jambaló (Cauca).
Durante los 28 años que estuvo alias “Cholinga” en las filas de la guerrilla, tuvo formación en al menos seis áreas, según la información recopilada por inteligencia. Hizo cursos de militancia, combate, manejo de armas, trabajo de masas (liderazgo pseudopolítico), inteligencia delictiva y mando.
Las autoridades tenían información de que este hombre era el encargado de comprar material bélico y de dotación para la logística del frente Alan Rodríguez de las disidencias. La financiación de la estructura la lograba a través de las rentas del narcotráfico, la minería ilegal, extorsiones y secuestros. Además, mantenía negocios de drogas con organizaciones criminales nacionales y carteles extranjeros.
Información de fuentes reservadas indica también que “Cholinga” tenía experiencia en acciones de constreñimiento a comunidades indígenas y raizales. Instrumentalizaba a personas de las zonas en las que tenía incidencia, para que atacaran a la Fuerza Pública y evitar así la acción de las autoridades en sitios en los que manejaban rentas como la del narcotráfico.
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Alias “Cholinga” tenía al menos dos procesos abiertos ante la Fiscalía: uno por secuestro simple agravado y terrorismo, y otro por concierto para delinquir agravado y terrorismo. En 2024, un juez había emitido una orden de captura en su contra por concierto para delinquir, homicidio, desplazamiento y secuestro. Pero hasta su muerte había logrado evadir a la justicia.
El expediente de alias “Cholinga”
Además del importante rol de mando que tenía alias “Cholinga” al interior de las disidencias de “Iván Mordisco” y, de forma concreta, en el frente Dagoberto Ramos, su perfil se completa con una serie de acciones violentas sobre las cuales las autoridades tenían plena certeza de su responsabilidad. Una de ellas ocurrida hace menos de dos meses en el departamento del Huila.
Uno de los hechos en los que se le pudo adjudicar la responsabilidad fueron los ataques a unidades militares y estaciones de Policía ocurridos el 5 de febrero de 2020, en los municipios de Suárez, Buenos Aires y Santander de Quilichao (Cauca). Muy al estilo de las 24 acciones dirigidas en contra de la Fuerza Pública el pasado 10 de junio, mismo día de su muerte.
Luego, el 13 de junio de 2020, sobre las 8:30 de la noche, una fuerte detonación se escuchó en el municipio de Corinto (Cauca). Se trató de una motocicleta bomba, instalada frente a la subestación de energía de la población, por orden de alias “Cholinga”. El hecho, por fortuna, no dejó personas muertas ni heridas. Pero sí causó gran pánico en la comunidad.
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No corrieron con la misma suerte los habites de ese mismo municipio, especialmente quienes estaban cerca al edificio de la Alcaldía Municipal de Corinto, hacia las 3:45 de la tarde del 27 de marzo de 2021. Una carga de explosivos camuflada en un carro y ubicada allí, explotó, dejando un saldo de 43 personas heridas.
Poco más de tres meses después, los hombres al mando de alias “Cholinga” arremetieron de nuevo en contra de la comunidad de Corinto. Una granada de fragmentación fue lanzada el 1 de julio de ese año en contra del hospital local, donde las autoridades custodiaban el cuerpo sin vida de Jhon Edison Castaño Valencia, alias “Jhoncito”, un hombre al servicio de las disidencias, muerto en un operativo. El hecho dejó una persona herida.
Casi un año después, el 6 de febrero de 2022, de nuevo las disidencias de las Farc instalaron un carro bomba en el Cauca. Esta vez en el municipio de Padilla, cerca a la iglesia de la población. Cuatro personas resultaron heridas en el hecho, una de ellas de gravedad. Además, las autoridades lograron capturar al presunto conductor del vehículo, a las afueras del municipio.
Pero el hecho más reciente atribuido a alias “Cholinga” ocurrió el pasado 17 de abril, en el municipio de La Plata (Huila). Al final de la tarde del jueves santo, los devotos que salían de los oficios religiosos fueron sorprendidos por la onda explosiva de una motocicleta bomba instalada frente a un hotel, a pocos metros de la estación de Policía del municipio.
Las imágenes del ataque fueron desgarradoras: fuego, gritos, llanto y voces de preocupación. Allí murieron los hermanos Luisa Fernanda y Sergio Trujillo Peña, de 19 y 17 años. La explosión dejó a 24 personas heridas; destruyó la estación de Policía, viviendas y locales comerciales. La Defensoría del Pueblo dijo que se trataba de una gravísima infracción al Derecho Internacional Humanitario.
Según información oficial, en La Plata, el municipio en el que ocurrió el ataque, estaba concentrado parte del interés pseudopolítico de “Cholinga”. Lo mismo que en las poblaciones de San José de Isnos, Nátaga, Tesalia y Paicol, donde tiene incidencia y se abre campo la estructura Dagoberto Ramos. Ese ataque dejó una estela de fuego, muerte y preocupación.
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El extravagante entierro de alias “Cholinga”
Un grupo de al menos 30 funcionarios de inteligencia y del Comando Conjunto de Operaciones Especiales (CCOES) de las Fuerzas Militares llegaron hasta la vereda Las Dalias, de Páez (Cauca), en la tarde del 10 de junio. Las autoridades ya le seguían la pista a alias “Cholinga” y allí dieron con él, en medio de un operativo del que salió muerto el líder de las disidencias.
Luego de eso, integrantes del mismo frente Dagoberto Ramos prepararon un entierro con música, caravana de motos, flores y constreñimiento a la población civil. En los videos del velorio, difundidos en redes sociales, se escucha de fondo la canción “Cumbia fariana”. Y en la romería que acompañó el entierro, las bocinas de los vehículos se confundían con la letra de otra canción popular: “La guerrillerita”.
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Fuentes oficiales han dicho que tuvieron información de que detrás del acompañamiento al sepelio de alias “Cholinga” hubo una campaña de instrumentalización a la población civil, con presiones directas a líderes comunitarios y familias campesinas para que asistieran. No obstante, hasta el momento se desconoce si hay denuncias formales por el presunto constreñimiento.
En la tarjeta de uno de los ramos de flores que acompañan el ataúd de “Cholinga”, cubierto con la bandera del las Farc-EP, se alcanza a leer: “Los hombres como tú nunca mueren. Solo dan un paso a la inmortalidad y en el altar de la gloria un puesto digno tendrás”. Paradójico mensaje para despedir a uno de los hombres que más terror y dolor causó a los habitantes del suroccidente del país.
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Por Gustavo Montes Arias
