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Este 18 de abril en Medellín nace Durga, una veeduría que hará seguimiento a la gestión pública y políticas de género en el país. El proceso colectivo está conformado por mujeres diversas, organizaciones sociales e, inicialmente, lideresas autónomas de Medellín y otros municipios de Antioquia.
La veeduría surge como respuesta a la crisis de violencias contra las mujeres para ayudar a la reducción de las brechas de género. Su propuesta consiste en hacer un seguimiento estructurado por capítulos territoriales (municipios) y capítulos temáticos como, por ejemplo, violencia intrafamiliar y comisarías de familia, acoso sexual en las universidades, las desapariciones de mujeres o los feminicidios, de los cuales se presentará un informe anual.
Durga es, entonces, una figura jurídica que permite acercarse a la información de las administraciones públicas y ejercer una especie de vigilancia política sobre los recursos. Su objetivo es hacer un control social efectivo, recolectando información que permita hacer la remisión de hallazgos que requieran ser investigados alrededor de las políticas con enfoque de género a las entidades competentes como Contraloría o Procuraduría.
“Las mujeres somos el 52% de la población, siguen existiendo unas brechas grandes en términos de acceso, de redistribución del presupuesto público, en temas de violencia, donde la gran mayoría de las víctimas son mujeres. Por ello es necesario poder focalizar de que si hay una inversión para estos temas, efectivamente se cumpla, pero que sean personas idóneas y que existan indicadores claros que nos permitan hacer seguimiento”, explica la exconcejala y profesora universitaria, Dora Saldarriaga.
De la misma forma, Gihomara Aristizabal, parte de la Corporación Recuperando Identidad, invita a que más mujeres se unan a participar de la veeduría. “Desde esta veeduría podremos hacer seguimiento al presupuesto, idoneidad de funcionarias y funcionarios que atienden instancias de género, seguimiento a todas las rutas de atención sobre violencias”, explica la lideresa.
Durga detalla que existe una necesidad de establecer una instancia de control social y jurídico, la cual ellas comenzarán a ejercer ante la preocupación por la falta de representación y continuidad en los avances en derechos humanos de las mujeres, especialmente ante cambios de gobierno.
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