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Si alguna vez ha pensado en armar una huerta o un jardín, seguramente ya ha comprado semillas, conoce sus cuidados básicos y tiene todo preparado. Sin embargo, al llegar el momento de germinarlas surge la pregunta: ¿cómo hacerlo y, sobre todo, dónde?
La verdad es que no siempre se necesitan bandejas especiales ni invernaderos costosos. Con un poco de creatividad, muchos objetos cotidianos que normalmente terminarían en la basura encuentran una segunda vida en el huerto, al funcionar como semilleros, facilitando una germinación sencilla, económica y sostenible.
Cada alternativa ofrece sus ventajas: algunos recipientes son biodegradables y se plantan directamente en la tierra, otros pueden reutilizarse varias veces, y todos cumplen el mismo propósito: dar a las semillas el espacio, la humedad y la protección necesarias para transformarse en plántulas fuertes, listas para el trasplante.
Aquí le decimos cuatro opciones interesantes para que comience a plantar.
Cáscaras de huevo
Algunas personas llevan la creatividad un paso más allá y convierten las cáscaras de huevo en semilleros individuales. Es una forma original, práctica y ecológica de iniciar cultivos, aunque para obtener muchas plántulas habrá que reunir varias cáscaras.
Pero ojo, antes de sembrar, conviene dejar las cáscaras limpias y firmes para que funcionen como mini contenedores.
- Rompa los huevos por la parte superior con cuidado, reserve el contenido para cocinar y conserve la mayor parte de la cáscara intacta.
- Enjuague por dentro y hiérvalas 5–10 minutos para eliminar restos orgánicos.
- Enjuague de nuevo y deje secar al aire por completo.
- Sobre una base blanda (corcho o trapo), haga un pequeño orificio en el fondo con un punzón para el drenaje.
Una vez tenga todo listo, coloque las cáscaras en el cartón de huevos para que queden estables o en alguna base que evite que las cáscaras rueden.
- Llene cada cáscara con sustrato ligeramente humedecido, sin compactar demasiado, dejando 3–5 mm libres arriba.
- Siembre 1–2 semillas por cáscara a la profundidad indicada; como regla, el doble del tamaño de la semilla.
- Riegue suave, en forma de niebla o con cucharita, hasta humedecer sin encharcar.
Revise a diario. Si la superficie se ve seca, humedezca con pulverizaciones breves; si aparece condensación o exceso de agua, ventile y deje que el sustrato respire.
Trasplante: Cuando las plántulas tengan 2–3 hojas verdaderas, es momento de mudar al contenedor definitivo para favorecer el desarrollo de raíces.
- Haga un hoyo en el sustrato del nuevo recipiente.
- Rompa ligeramente la cáscara con los dedos para facilitar el enraizamiento.
- Siembre el cepellón, asiente con un riego suave y mantenga a semisombra uno o dos días mientras se adapta.
Envases de cartón reciclado
Los envases de cartón de huevos y los rollos de papel higiénico o de toallas de cocina son materiales que se pueden reutilizar fácilmente como semilleros. El cartón tiene la ventaja de que se descompone con el tiempo y, en muchos casos, puede enterrarse en la pila de compost.
Tubos de cartón
El rollo que queda dentro del papel higiénico o de cocina puede convertirse en pequeñas macetas individuales.
- Corte los tubos en secciones de 5 a 7,5 cm.
- Para cerrarlos, presione un lado del tubo hacia adentro y luego el del lado opuesto, de modo que queden cruzados y tapen la base.
- Llene con tierra para macetas sin compactar demasiado.
- Siembre una semilla por cada sección.
Cartones de huevos
Funcionan de manera similar y son muy prácticos para germinar.
- Coloque tierra en cada cavidad.
- Siembre una o dos semillas por espacio.
- Mantenga siempre la humedad estable.
También es posible usar cartones de poliestireno, pero en este caso debe retirar la planta del contenedor antes de trasplantar, ya que ese material no se degrada en la tierra.
Un truco útil: Si tiene varios mini-semilleros hechos con tubos de cartón, puede colocarlos dentro de una maceta más grande. De esta forma no se caen con el viento ni se desordenan.
Vasos de plástico reciclados
Casi cualquier envase pequeño de plástico o poliestireno sirve para sembrar semillas, siempre que tenga orificios de drenaje. Algunos ejemplos son:
- Vasos de yogurt.
- Vasos de plástico o espuma.
- Botellas de refresco cortadas.
- Envases de helados o postres.
- Contenedores tipo concha de panadería o restaurante.
Eso sí, antes de sembrar, es importante preparar bien los envases para que funcionen. Enjuáguelos con abundante agua para retirar cualquier residuo, quite la etiqueta y, si lo prefiere, pase una lija fina para eliminar restos de papel o porosidades en la superficie.
Luego, haga varios orificios en la parte inferior con un alfiler o chinche para asegurar un buen drenaje y evitar el exceso de agua. Si desea darles un mejor acabado, puede decorarlos pintándolos con témpera y dejarlos secar antes de llenarlos con sustrato.
Ahora puede pasar a sembrar, el procedimiento es sencillo, pero conviene hacerlo con cuidado.
- Llene los envases con sustrato, dejando 1 cm libre en la parte superior.
- Con el dedo, haga pequeños orificios en la superficie.
- Coloque varias semillas en cada orificio.
- Cubra con una capa fina de sustrato.
- Riegue suavemente con atomizador para no mover la tierra.
Cuidados durante la germinación
Las semillas requieren humedad y protección para crecer bien.
- Mantenga el sustrato húmedo pero nunca encharcado.
- Coloque los envases en un sitio luminoso pero sin sol directo.
- Durante los primeros días, cúbralos con plástico para mantener el calor y destape una vez al día para ventilar.
Trasplante:
Cuando las plántulas alcancen entre 8 y 10 cm, estarán listas para mudarse a un espacio más grande. Trasládelas con cuidado y déjelas un par de semanas para que se adapten antes de comenzar a usarlas o cultivarlas a mayor escala.
Bandejas de cubitos de hielo
Las bandejas de cubitos de hielo son una alternativa muy parecida a las bandejas de semilleros que venden en viveros. Son reutilizables, económicas y fáciles de conseguir, incluso en tiendas de segunda mano donde a veces aparecen modelos antiguos y más grandes a bajo costo. Pero eso sí, tenga en cuenta que, a diferencia de los otros métodos, su profundidad no es mucha, por lo que este es un método ideal solo para plantas con raíces cortas.
Materiales necesarios
- Una bandeja de cubitos de hielo.
- Un taladro con una broca del tamaño de un lápiz debido a que el material es mucho más duro que los anteriores.
- Tierra para semilleros.
- Las semillas de su elección.
Una vez realizado el agujero de drenaje en cada uno de los compartimientos sigue la preparación, el procedimiento es muy sencillo:
- Llene cada celda con sustrato.
- Coloque las semillas a la profundidad indicada y cubra con una capa fina de sustrato.
- Riegue suavemente con atomizador para no mover la tierra.
- Mantenga la humedad estable hasta la germinación.
Identificación de las siembras: Para no confundir las plántulas, lo ideal es marcarlas desde el inicio:
- Escriba el nombre en un papel.
- Péguelo a un palillo o mondadientes.
- Colóquelo en un rincón de cada celda.
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