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Los gatos, junto a los perros, son los animales de compañía más comunes en la actualidad. Sin embargo, al hacer una comparación con los caninos, se sabe menos sobre el comportamiento y la personalidad de los felinos.
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Ante esta situación, y con el objetivo de identificar problemas y factores de riesgo relacionados con los gatos, varios científicos, etólogos y médicos veterinarios se han interesado en estudiar todo lo relacionado con estos animales, especialmente su personalidad, ya que se puede conectar con problemas de comportamiento, como la agresividad.
Investigadores de la Universidad de Helsinki, en Finlandia, desarrollaron una técnica, de la mano de los cuidadores de gatos, para averiguar sobre la personalidad y el comportamiento de cada uno. Se trata de un cuestionario integral para evaluar los dos principales factores relacionados con los felinos: personalidad y el comportamiento.
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“Necesitamos más comprensión y herramientas para eliminar el comportamiento problemático y mejorar el bienestar de los gatos. Los desafíos de comportamiento más comunes asociados con los gatos se relacionan con la agresión y la eliminación inapropiada”, dice la investigadora doctoral Salla Mikkola de la Universidad de Helsinki y el Centro de Investigación Folkhälsan, en un comunicado.
Y aunque estos profesionales encontraron ciertas características, como la falta de socialización y la mala eliminación de excretas, como factores subyacentes a una posible agresividad en los felinos, otros estudios indican que, realmente, el “nivel” de obediencia de un gato podría estar relacionado con factores demográficos.
“Este estudio destaca la importancia de considerar los factores demográficos que influyen en los rasgos de personalidad, para predecir la personalidad del gato en función de ellos, para atender prácticas de crianza específicas y mejorar las posibilidades de adopción exitosa para aquellos dentro de los refugios”, se lee en el documento.
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Teniendo en cuenta lo anterior, los científicos añaden que algunos factores ambientales también influyen en la personalidad del felino porque quienes son socializados desde una edad temprana y con padres amigables exhiben un comportamiento más amigable hacia los humanos, junto con niveles más bajos de estrés durante el manejo.
Por lo tanto, no existe una sola raza de gato que sea la más juiciosa. Esto, de acuerdo con expertos, dependerá de factores tanto externos como externos y de la crianza que se le brinde al animal.
No obstante, algunas asociaciones especializadas en gatos, como The International Cat Association (TICA), han tratado de caracterizar algunas razas como amables y cariñosas, de acuerdo con diferentes observaciones y reseñas de los propietarios. Entre ellas:
El gato siamés es una de las razas felinas más populares del mundo, no solo por su belleza física, sino también por su temperamento tranquilo, juguetón y sociable. Tal es su encanto que a los siameses se les conoce como “los príncipes de los gatos”.
Esta raza es originaria de Tailandia, en el antiguo reino de Siam, donde se llamaban Si-Sawat o Korat. Según un manuscrito de 1350, estos animales eran venerados por monjes y aristócratas. En 1871 los primeros gatos siameses se expusieron en el Cristal Palace de Londres y en 1890 llegaron a los Estados Unidos. Desde 1929 gozan de una gran popularidad, teniendo especial éxito en la década de los 50 y los 60. Actualmente, están reconocidos por todas las asociaciones felinas alrededor del mundo.
El gato siamés se caracteriza por tener un cuerpo esbelto y un pelaje corto y brillante. Además, tiene un porte elegante, mucha elasticidad y gran agilidad.
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Según The International Cat Association (TICA), la creadora de los ragdoll es Ann Baker. La mujer desarrolló la raza a principios de la década de 1960 en California, Estados Unidos. Se cree que una gata de pelo largo de color blanco puro llamada Josephine es la matriarca de la raza junto con un macho con guantes de foca llamado Daddy Warbucks y un gato negro macizo llamado Blackie. Daddy Warbucks fue cruzado con una hija de Josephine, llamada Buckwheat, y su media hermana, Fugianna. Estos gatos son la base de la raza ragdoll.
El ragdoll es un gato cariñoso, tranquilo y con una disposición muy relajada. De acuerdo con TICA, si está buscando un gato muy activo o hablador, un ragdoll probablemente no sea la raza para usted, aunque los gatitos y los adultos jóvenes pueden ser muy bulliciosos y la mayoría de estos felinos siempre están dispuestos a jugar.
La principal particularidad del ragdoll consiste en el hecho de que cuando es tomado en brazos es capaz de aflojar completamente sus músculos y relajarse del todo. De ahí que se le conozca como muñeco de trapo. Además, “ragdoll” se traduce de forma literal como “muñeco de trapo”.
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De acuerdo con el portal Experto Animal, la raza de gato maine coon es de tamaño grande y destaca principalmente por poseer una cabeza cuadrada, orejas grandes, un pecho ancho y una cola larga y fluida. Su estructura corporal es robusta, gracias a unos huesos sólidos y a una musculatura fuerte.
Se trata de un gato amigable, juguetón y dulce. Por lo general, son muy sociables y disfrutan de la compañía de sus propietarios. Sin embargo, para lograr que el felino sea equilibrado y sociable, se debe prestar especial atención a la socialización del gato, que inicia alrededor de las tres semanas de vida.
Su esperanza de vida es de 13 años o más. Sus colores pueden ser blanco, carey, atigrado o gris.
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Según The International Cat Association (TICA), el exótico es un gato cariñoso y gentil con los modales tranquilos del persa. Estos felinos lo seguirán de una habitación a otra para estar cerca de usted y luego saltarán a su regazo para dormir una siesta. Además, son muy juguetones.
“Aunque se ve, pero rara vez se escucha, el exótico tiene una voz suave y un vocabulario de chirridos. Es una de las razas de gatos más antiguas y reconocibles, el exótico de pelo corto forma parte del grupo de razas persas, que también incluye las razas persa e himalaya”, se lee en la página web de TICA.
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