
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Flossie, reconocida por Guinness World Records como la gata más longeva del mundo, acaba de alcanzar un nuevo hito: cumplió 30 años y se reafirmó como la felina más longeva registrada en la historia. Vive en el Reino Unido y, aunque padece problemas de visión y sordera, continúa activa y con buen ánimo.
La historia de Flossie comenzó en 1995, cuando fue encontrada en una colonia de gatos cerca de un hospital en Merseyside. Desde entonces pasó por varios hogares. Primero fue adoptada por un trabajador del hospital, luego quedó al cuidado de su hermana tras el fallecimiento de este, y más tarde convivió con el hijo de la mujer.
Finalmente, cuando ya no podían seguir atendiéndola, fue entregada a la organización de bienestar animal Cats Protection.
Fue allí donde Vicki Green, asistente ejecutiva y amante de los gatos mayores, decidió adoptarla. Al revisar su historial veterinario, el personal quedó sorprendido al comprobar que la gata tenía 27 años. Hoy, bajo el cuidado de Vicki, Flossie lleva una vida tranquila y adaptada a sus necesidades.
Aunque ya no ve ni oye bien, se desplaza sola y conserva un carácter afectuoso. Según su dueña, al principio le costó adaptarse a su nuevo entorno, pero con el tiempo se acostumbró y ahora duerme plácidamente junto a ella. “Es una compañera muy especial y sigue disfrutando de la comida y del cariño”, comentó.
El caso de Flossie también volvió a poner en foco la longevidad animal. En el caso de los perros, el récord verificado pertenece a Bluey, un pastor ganadero australiano que vivió 29 años y cinco meses. Aunque recientemente se había mencionado a otro can con más de 30 años, ese registro fue descartado por falta de pruebas.
Así, Flossie no solo celebra una nueva década de vida, sino que también se consolida como un símbolo de longevidad y cuidado responsable de los animales.
🐾 ¿Quiere estar al día y conocer las últimas noticias sobre el mundo animal? Lo invitamos a verlas en La Red Zoocial. 🐶🐱
