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Ginger, una perrita de 12 años, acaba de comenzar una nueva etapa junto a una familia que la esperaba sin saberlo. Pasadena Humane, el refugio californiano donde fue rescatada en 2013, anunció su adopción después de que regresara a sus instalaciones en 2025, debido a que su anterior cuidador enfrentó problemas de salud que le impidieron continuar a su lado.
La historia dio un giro inesperado cuando el refugio publicó en Facebook el perfil de adopción de Ginger, acompañado de varias imágenes, entre ellas una fotografía de su llegada siendo cachorra, sentada junto a uno de sus hermanos. Esa imagen llamó la atención de Vickie y su hija Shelley, quienes reconocieron al segundo cachorro: Dakota, su perra fallecida y hermana de Ginger.
Madre e hija no dudaron en actuar. El mismo día en que vieron la publicación acudieron al refugio para llevar a Ginger a casa, convencidas de que debía pasar sus años dorados rodeada de afecto. “Nos sorprendió la coincidencia y nos llenó de emoción”, expresó Kevin McManus, director de comunicaciones de Pasadena Humane, al recordar la reacción del equipo ante la adopción.
El reencuentro, aunque simbólico, fue especial también para el personal del albergue. Según McManus, Vickie y Shelley contaron que en 2013 se habían interesado primero por Ginger, pero terminaron enamorándose de Dakota. Ahora, más de una década después, pudieron completar ese vínculo adoptando a su hermana.
Pasadena Humane celebró la noticia con una publicación en la que las nuevas tutoras posan con Ginger y una foto de Dakota. “Estamos agradecidos de que Ginger esté con su familia extendida. Aunque no pueda reencontrarse físicamente con su hermana, vivirá rodeada de su recuerdo”, escribió el refugio.
McManus confía en que Ginger, aunque no entienda la conexión, perciba el cariño de quienes cuidaron de Dakota. También espera que su caso inspire a otros a considerar la adopción de mascotas mayores, quienes suelen esperar más tiempo para encontrar un hogar.
El refugio recordó que Ginger tuvo la fortuna de hallar un nuevo lugar en apenas nueve días, algo poco común entre animales senior. “Adoptar a un perro de edad avanzada es un acto de compasión que transforma vidas”, destacó el vocero.
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