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En el municipio de Patillas, Puerto Rico, la labor de Yesenia Pacheco Morales y su grupo de voluntarios continúa marcando la diferencia en la vida de decenas de perros sin hogar. Día tras día, estos rescatistas recorren rutas fijas para alimentar y cuidar a animales en situación de calle, brindándoles refugio y atención con gran dedicación.
Entre los canes atendidos por el grupo se encontraba Chantal, una perrita conocida por su carácter cariñoso y su costumbre de acercarse alegremente cada vez que los voluntarios llegaban. Sin embargo, el mes pasado su ausencia encendió las alarmas entre los cuidadores, que durante días no tuvieron noticias de ella.
La preocupación de Pacheco Morales se transformó en dolor cuando Chantal reapareció temblando, cubierta de pintura y con signos de haber sido sometida durante el abuso. “Alguien tuvo que sujetarla para poder hacerle esto.
Imaginen el miedo y la impotencia que ella sintió”, expresó la rescatista en una publicación de Facebook, denunciando el acto como una forma de maltrato animal.
De acuerdo con lo informado por The Dodo For Animal People, la sustancia utilizada no era apta para animales y le provocó a la perra graves lesiones cutáneas: enrojecimiento, picazón y zonas escamosas.
Consultada por expertos, Pacheco explicó que el material era pegajoso y endureció el pelaje, lo que hizo necesario un tratamiento intensivo con antibióticos, antihistamínicos y cremas hidratantes.
Tras recibir atención médica y emocional, la voluntaria Rosy Ancatripay acogió temporalmente a Chantal en su hogar, donde la perrita pudo descansar y recuperar la confianza perdida. Con el tiempo, su carácter alegre resurgió: volvió a jugar, explorar y convivir con otros animales.
El esfuerzo de los rescatistas tuvo su recompensa cuando, semanas después, una familia de Pensilvania decidió adoptarla. Rebautizada como Daisy, la perrita iniciará una nueva vida junto a otro can puertorriqueño, dejando atrás el maltrato y comenzando una etapa llena de amor y seguridad.
“Chantal ha marcado un precedente. Su historia tocó corazones y despertó conciencia en lugares que jamás imaginé”, escribió Morales en sus redes sociales.
El caso de Daisy no solo revela la crueldad que enfrentan los animales abandonados, sino también el poder transformador de la empatía y la constancia de quienes, como Yesenia Pacheco Morales y su equipo, dedican su tiempo a cambiar vidas que muchos ignoran.
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