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Desde hace cuatro años, Canela, una perrita rescatada, espera la oportunidad de conocer lo que significa tener un hogar propio. Vive en la Fundación Tepa, ubicada en la vereda San Vicente, en el municipio de Suesca, Cundinamarca, y aunque forma parte de la manada del refugio, aún no ha encontrado una familia definitiva.
Canela llegó a la fundación luego del cierre de otro refugio en Sibaté, y desde entonces ha convivido bajo el cuidado de voluntarios y cuidadores. Aunque al principio se muestra algo nerviosa, quienes la conocen aseguran que con paciencia y cariño se revela como una perrita tranquila y muy afectuosa.
“Después de tanto tiempo, sueña con tener una familia que la reciba con paciencia, respeto y mucho cariño”, compartió una de las voceras de Fundación Tepa, a través de sus redes sociales (@fundacion_tepa).
La historia de Canela representa la de muchos animales que, pese a ser nobles y aptos para vivir en familia, pasan años esperando una segunda oportunidad. Desde la Fundación hacen un llamado a adoptar con compromiso y responsabilidad, especialmente a quienes estén dispuestos a brindarle a Canela el amor y la estabilidad que merece.
Para postularse a su adopción, se puede acceder al enlace disponible en la biografía del perfil oficial de la Fundación Tepa en Instagram (@fundacion_tepa).
*Este artículo es informativo y se basa en datos proporcionados por las fuentes. El medio de comunicación no participa en procesos de adopción ni se responsabiliza por acuerdos entre particulares.
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