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Un jurado en Georgia, Estado Unidos, encontró culpables a tres hombres blancos por el asesinato del afroamericano Ahmaud Arbery, a quien persiguieron y mataron en el 2020, con el argumento de que estaban realizando un arresto ciudadano ante la sospecha de que era un ladrón. El caso generó una ola de indignación y protestas en el país.
Gregory McMichael, de 65 años, su hijo Travis, de 35, y su vecino William Bryan, de 52, enfrentan la posibilidad de cadena perpetua, sin derecho a fianza, luego del dictamen del jurado que deliberó durante solo 11 horas y estuvo conformado por 11 personas blancas y una sola persona afroamericana.
El juez Timothy Walmsley, de la Corte Superior en el Condado de Glynn, en la localidad costera de Brunswick, anunció que la sentencia será dictada en las próximas semanas y ordenó que los tres hombres quedaran bajo custodia del alguacil.
Además de este proceso judicial, los McMichael y Bryan afrontan otro juicio por haber cometido crímenes de odio, así como por intento de secuestro. Se espera que el juicio comience en febrero.
Poco antes de emitir su veredicto, el jurado le pidió al juez que mostrara nuevamente el video de la muerte de Ahmaud Arbery, el cual fue grabado por Brian. También solicitaron oír la llamada al número de emergencia 911 que habían hecho para alertar sobre lo sucedido.
Celebración frente al tribunal
Luego de conocer la decisión del jurado, un grupo de manifestantes congregados a las afueras del tribunal, entre ellos varios líderes afroamericanos, incluido el reverendo y activista de derechos humanos Al Sharpton, aplaudieron y celebraron el veredicto.
Tras salir del tribunal acompañada de sus familiares, donde la esperaba una multitud emocionada por el resultado del proceso judicial, Wanda Cooper-Jones, la madre de Arbery, aseguró que no esperaba llegar a ver el día en el que los acusados fueran hallados culpables de asesinato por un jurado. Los parientes y abogados salieron del juzgado con los brazos en alto, celebrando. “Para decirles la verdad, nunca esperé que podría ver un día como este en 2021, nunca esperé un día así, pero Dios es bueno. Gracias, gracias, a aquellos que se han manifestado, a aquellos que han rezado”, dijo la madre de Arbery.
“El asesinato de Ahmaud Arbery, presenciado por el mundo en video, es un recordatorio devastador de lo lejos que tenemos que llegar en la lucha por la justicia racial en este país. El señor Arbery debería estar aquí, hoy, celebrando las fiestas con su madre, Wanda Cooper-Jones, y su padre, Marcus Arbery”, declaró el presidente Joe Biden en un comunicado divulgado por la Casa Blanca. El primer mandatario agregó que “nada puede traer a Arbery de regreso a su familia y a su comunidad, pero el veredicto asegura que aquellos que cometieron este horrible crimen serán castigados”. Además, sostuvo que la decisión del jurado refleja que “el sistema de justicia” está haciendo su trabajo, pero consideró que no es suficiente. “Debemos volver a comprometernos con la construcción de un futuro de unidad y fortaleza compartida, donde nadie tema la violencia por el color de su piel”, subrayó.
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Víctima de la vigilancia clandestina
“Ahmaud Arbery fue una víctima de la vigilancia clandestina que no tiene cabida en Georgia. Esperamos que la familia de Arbery, la comunidad de Brunswick, nuestro estado y todos aquellos alrededor del país que han estado siguiendo este caso, ahora puedan avanzar por un camino de sanación y reconciliación”, declaró el gobernador de Georgia, Brian Kemp.
Los hechos ocurrieron el 23 de febrero de 2020, cuando Arbery corría para ejercitarse a las afueras de Brunswick, en un barrio donde viven personas blancas, y fue interceptado por los McMichael, quienes, luego de perseguirlo en su camioneta, le dispararon a quemarropa con una escopeta, causándole la muerte.
Durante el juicio, en el que se presentaron los testimonios de una treintena de testigos a lo largo de casi dos semanas, la defensa sostuvo que sus clientes enfrentaron a Arbery porque intentaban efectuar un “arresto ciudadano”, al sospechar que era un ladrón.
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De acuerdo con los abogados defensores, los acusados vieron a Arbery entrar en una casa en construcción y pensaron que estaba robando. “Era un intruso nocturno recurrente y eso fue aterrador”, argumentó la abogada Laura Hogue, quien señaló que no había razón alguna para que él estuviera en esa vivienda en cuatro ocasiones.
La Fiscalía, por su parte, sostuvo que el joven nunca cometió un delito y que fue asesinado por los McMichael y Bryan “no porque fuera una amenaza, sino porque no se detuvo a hablar con ellos”.
Al presentar sus argumentos finales, la fiscal Linda Dunikoski argumentó lo siguiente: “Una persona particular podía arrestar a un delincuente si el delito se comete en su presencia”, sostuvo Dunikoski sobre la legislación de arresto ciudadano, la cual fue derogada recientemente en Georgia, pero que al momento de la muerte de Arbury todavía estaba vigente.
Armados y a bordo de una furgoneta, los McMichael persiguieron a Arbery mientras corría por un barrio a las afueras de Brunswick. El otro imputado, Bryan, se unió a la persecución y grabó con un celular cómo Travis McMichael disparaba de cerca a Arbery, causándole la muerte.
El caso de Arbery se sumó a varios que generaron una ola de indignación en el verano del año pasado, incluido el del joven afroamericano Rayshard Brooks, que murió por disparos de un agente policial de piel blanca en Atlanta, y el de George Floyd en Minneapolis, Minnesota, quien murió luego de ser arrestado por un oficial blanco.
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