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En un nuevo intento por reducir la inmigración irregular, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva con la que implementa un programa para facilitar la “autodeportación” voluntaria de migrantes sin papeles.
“Estamos haciendo que sea lo más fácil posible para los inmigrantes ilegales salir del país”, escribió Trump en su plataforma Truth Social.
El presidente explicó que cualquier persona en situación migratoria irregular puede presentarse directamente en un aeropuerto o utilizar una aplicación móvil para reservar su vuelo gratuito de salida.
¿Qué ofrece?
La propuesta tiene un componente central: el incentivo económico. El gobierno promete entregar US$1.000 en efectivo a cada migrante que confirme su salida, una vez se compruebe su embarque en el vuelo.
La suma, según funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), busca hacer más atractivo el retorno voluntario y disminuir la necesidad de arrestos o procedimientos judiciales prolongados.
Cualquier migrante irregular puede presentarse en un aeropuerto o usar una aplicación para reservar un vuelo sin costo hacia su país de origen o cualquier país que lo reciba. El costo del vuelo también es cubierto por el gobierno.
También se habilitarán puntos presenciales en aeropuertos, donde personal capacitado los asistirá en el proceso. Aquellos que opten por el programa deberán firmar una declaración en la que renuncian a permanecer en territorio estadounidense y aceptan no volver de forma irregular.
“El costo promedio de arrestar, detener y deportar a un inmigrante en EE. UU. ronda los US$17.000. Con este programa, podríamos reducir ese gasto en un 70 %”, explicó el DHS en un comunicado.
Las autoridades señalaron que ya hay casos registrados: una persona de Honduras fue el primer beneficiario del plan, tras regresar desde Chicago a su país de origen.
Aunque el gobierno insiste en que el plan es voluntario, Trump advirtió que quienes no lo aprovechen estarán sujetos a medidas más severas.
“Si te quedas, estarás expuesto a sanciones y deportaciones según métodos que quedan a total discreción de esta administración”, afirmó el mandatario.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, señaló que la autodeportación es, en muchos casos, la opción “más rentable y humanitaria” tanto para el Estado como para los migrantes.
Sin embargo, organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes han advertido que la medida puede ejercer presión psicológica sobre personas vulnerables, al ofrecer dinero como única vía de salida en medio de políticas cada vez más restrictivas.
El programa llega en un contexto donde la administración Trump redobla su discurso contra la inmigración, calificando el fenómeno como una “invasión” de criminales. Aunque sus intentos de aplicar deportaciones masivas han enfrentado bloqueos judiciales, esta nueva estrategia busca acelerar salidas sin necesidad de acciones legales prolongadas.
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