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El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, rompió finalmente su silencio tras los resultados electorales del pasado domingo, en los que fue derrotado por Luiz Inácio Lula da Silva en la carrera por la presidencia. La alocución fue corta y en esta, además de no contestar preguntas de la prensa, se resistió a hablar sobre los comicios. Continúa sin reconocer la victoria de su contrincante.
En el centro de la corta comparecencia de Bolsonaro estuvo el “sentimiento de injusticia” que el mandatario dice que recorre Brasil. En su breve mensaje, el ultraderechista se limitó a agradecer el apoyo de sus votantes.
“Quiero comenzar agradeciendo a los 50 millones de brasileños que me votaron. Hay un sentimiento de injusticia de lo que ocurrió en el país”, dijo el mandatario.
Durante meses, Bolsonaro cuestionó sin pruebas el sistema electrónico de votos, despertando temores de que no aceptaría una derrota. En vísperas del balotaje, sin embargo, había dicho que ganaría el que tuviera “más votos”, pero por más de 40 horas se resistió a hablar sobre las elecciones.
El silencio de Bolsonaro tuvo una repercusión importante en el país: los seguidores del mandatario ultraderechista se tomaron las calles en los 26 estados de Brasil. Con enormes camiones, los grupos radicales a favor del mandatario montaron barricadas para bloquear de manera parcial o total decenas de rutas principales. Estas personas señalaban que hubo un supuesto fraude en el conteo de votos y que harán una “resistencia civil” contra Lula. Que Bolsonaro haya guardado silencio por más de 40 horas solo alimentó la paranoia y la ira entre los manifestantes.
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En su alocución, Bolsonaro dijo que “las manifestaciones pacíficas siempre serán bienvenidas” pero que los métodos de sus seguidores “no pueden ser los de la izquierda”, en referencia a los bloqueos de camioneros.
Bolsonaro resaltó que durante su gobierno se formaron diversos liderazgos en Brasil “que están más vivos que nunca”. También destacó que, con su liderazgo, “superaron una pandemia y las consecuencias de la guerra”.
“Siempre fui un demócrata, en contra de lo que decían mis seguidores, siguiendo las líneas de la Constitución. Continuaré lo que esta dice”, concluyó el mandatario sin que, todavía, reconozca su derrota.
Lo que se puede interpretar con este mensaje es que, si bien Bolsonaro no ha reconocido la victoria de Lula, no pedirá un recuento de los votos tras el balotaje, una acción que alimentaría la polarización en el país y le daría alas a quienes buscan resistirse al ascenso de Lula.
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