El lunes fue el primer día de reconversión monetaria en Venezuela. Sin embargo, Nicolás Maduro decretó ese día como festivo y apenas ayer los venezolanos experimentaron la más reciente idea de su presidente: quitarle cinco ceros al bolívar para crear una moneda fuerte: el bolívar soberano.
Sin embargo, de acuerdo con varios venezolanos que hablaron con este diario, la medida “además de confusa, no ayuda a nada, pues los precios amanecieron por los cielos”, dice Javier Campos, caraqueño de 45 años.
De acuerdo con un reporte del periódico El Nacional, luego de la entrada en vigencia de la reconversión monetaria, algunos comerciantes incrementaron el precio de sus productos.
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“Distintos comercios han elevado el costo de sus productos luego de la reconversión monetaria y otros han decidido mantener sus santamarías cerradas hasta despejar todas las dudas que tienen sobre esta nueva medida económica impuesta por el presidente”, dice el periódico.
Esa incertidumbre se unió a la convocatoria de paro de la oposición, a la que se unieron algunos comerciales y transportistas. Sin embargo, según el portal Contrapunto, el llamado de unos sectores de la oposición influyó, pero no fue determinante. “Con o sin paro, igual no íbamos a trabajar”, le dijo a este portal un comerciante de Chacao.
“Sería especulativo afirmar que todos acataron el paro o que hacían cálculos. Lo cierto es que no abrieron, y los que sí, reportaron muy temprano dificultades con los puntos de venta”, dice Contrapunto.
Ciertamente, en Venezuela todo es caos y confusión. Mientras Maduro celebraba que “el sistema bancario se comportó como campeón”, muchos comercios permanecieron cerrados.
Con un problema adicional: el aumento del salario mínimo. Muchos empresarios se quejan, dicen que no podrán pagarlo. “El nuevo sueldo es totalmente absurdo y fuera de lugar en las circunstancias económicas en que se encuentra el país”, opina el comerciante de Chacao.
El dueño de dos locales en el municipio dice que actualmente paga más del doble del sueldo mínimo. “Ninguna empresa puede asumir un incremento de más de 3.000 % en el sueldo de sus empleados, y que el Gobierno lo haga durante 90 días es seguir con la impresión de dinero inorgánico. Ellos tampoco tienen cómo asumir la nómina de todo el país”, dijo un comerciante en Caracas a Contrapunto.