La cúpula militar de Ecuador fue cesada antiacipadamente por el presidente Rafael Corrae. La razón, de acuerdo con el mandatario, es que los uniformados no deben inmiscuirse en temas administrativos.
Todo comenzó esta semana cuando Correa decidió debitar 41 millones de dólares al Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (Issfa) por un supuesto sobreprecio en la venta al ministerio de Ambiente de un terreno en Guayaquil (suroeste).
Los altos mandos aseguraron que no admitían la medida y que defenderían el patrimonio de los soldados en servicio activo y pasivo. El jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, el general Luis Garzón, dijo: “No podemos estar de acuerdo que se debiten recursos de la seguridad social de las Fuerzas Armadas (...), los recursos de la seguridad social militar le pertenecen a los soldados en servicio activo y pasivo y a sus familias”.
Pero, de acuerdo con el presidente, el Issfa está más robusto que nunca. Informó que durante su gobierno las pensiones crecieron de US$807 millones a US$3.837 en 2012. “El pueblo ecuatoriano que el gobierno paga anualmente al Issfa cerca de 500 millones anuales, ¿por qué se van a quebrar?”
“Busquen en qué país salen los uniformados a dar declaraciones sobre temas administrativos. Con mucho dolor he tenido que cesar anticipadamente al Alto Mando”, escribió Correa en su cuenta de Twitter.
La cúpula militar cambia cada dos años. La actual terminaba su periodo en abril.