“Estados Unidos es respetado otra vez. ¿No es lindo, después de años de que se rieran de nosotros”, dijo este lunes el presidente de ese país, Donald Trump, en un encuentro con copartidarios republicanos.
La alusión a Colombia tras el choque diplomático del domingo fue clara: “Como vieron ayer, hemos dejado muy claro a todos los países que estarán recibiendo de regreso a las personas que estamos enviando. Los criminales, los inmigrantes ilegales que vienen de sus países. Y si no lo hacen, pagarán un precio económico muy alto”, señaló al auditorio.
Se refería a las varias sanciones que anunció, pero en particular a los aranceles, “la palabra más linda del diccionario”, según él.
El domingo se desató una breve pero intensa crisis entre ambos países luego de que el presidente colombiano, Gustavo Petro, desautorizara la recepción de dos vuelos con 180 colombianos deportados desde Estados Unidos, según él, por el trato indigno que reciben.
En respuesta, Washington anunció primero el cese del procesamiento de visas en Bogotá (se calcula que al lunes unas 1.500 entrevistas fueron suspendidas), y posteriormente anunció medidas más severas, como aranceles de 25 % a los productos colombianos, la revocatoria de visas para funcionarios y la aplicaciones de sanciones en el marco de la ley conocida como IEEPA.
Tras gestiones diplomáticas durante el domingo, al final del día tanto la Cancillería colombiana como la Casa Blanca informaron que se había llegado a un acuerdo: Colombia recibirá a los deportados, mientras Washington pone en “reserva” las sanciones.
“Nos regañaron porque los teníamos encadenados en un avión y él dijo ‘No es forma de tratar a las personas’. Son asesinos, capos de la droga, miembros de pandillas... ¿les gustaría ser piloto de ese avión?”, dijo Trump, sin aclarar que en este tipo de vuelos pueden venir personas a quienes un juez les haya rechazado, por ejemplo, una solicitud de asilo; connacionales que hayan sido sorprendidos en una situación migratoria irregular o que pagaron una pena por algún delito y simplemente van de regreso al país.
Destacó el rol de su secretario de Estado, Marco Rubio, en la gestión de la crisis.
El procesamiento de visas tras el “impase” (como lo calificó el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo), no obstante, sigue detenido hasta que se complete con éxito el retorno de los deportados. Según el gobierno de Colombia, hacia las 2:30 p. m. de este lunes salió con rumbo a San Diego (California) una aeronave que traerá de vuelta a estos connacionales en la madrugada del martes.
En Estados Unidos, el choque produjo distintas reacciones, desde el apoyo a la administración Trump por parte de los republicanos, incluyendo al senador de origen colombiano Bernie Moreno, hasta el rechazo en los sectores demócratas. En la prensa hubo lecturas como que Trump usó a Colombia como “ejemplo” de lo que les puede suceder a los países que no cumplan los deseos de la nueva administración, principalmente en su línea dura contra la inmigración irregular.
“Si quiere enviar su propio avión presidencial para recoger a su gente, bienvenido; eso les ahorra plata a los contribuyentes estadounidenses”, comentó el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson sobre la decisión del gobierno colombiano.
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