El Gobierno de Uruguay pretende definir el próximo 3 de septiembre las empresas que producirán, bajo el control del Estado, la marihuana de uso recreativo que será comercializada en las farmacias del país, conforme la ley aprobada en 2013, informaron este miércoles fuentes del Ejecutivo.
El proceso de licitación en el que participan once de las 20 empresas que se presentaron inicialmente ha sido prolongado diversas veces por el propio Gobierno con el argumento de evitar "fallas" en un tema que está bajo la mirada internacional.
La ley que regula la producción y compraventa de marihuana bajo el control del Estado fue impulsada por el expresidente José Mujica (2010-2015) y aprobada en diciembre de 2013, como una forma alternativa de enfrentar el narcotráfico, y convirtió a Uruguay en el país pionero en este enfoque de la lucha antidrogas.
Las fuentes oficiales también dijeron a Efe que la sustentabilidad financiera de las empresas que pretenden producir el cannabis ha sido uno de los puntos que atrajo especial atención durante los análisis de las documentaciones presentadas en la licitación.
En declaraciones a la prensa este miércoles, el presidente de la Junta Nacional de Drogas (JND) y prosecretario de la Presidencia de la República, Juan Andrés Roballo, afirmó que el plazo establecido para concluir dicho proceso licitatorio termina a finales de este mes y que, entonces, habrá "un último análisis".
Una vez aprobadas las licitaciones, las empresas deberán instalarse en un predio -propiedad del Estado- que se acondicionó en el departamento de San José (sur) para plantar la marihuana, que se estima llevará cuatro meses de producción hasta su cosecha.
Posteriormente, la droga será vendida en farmacias debidamente autorizadas a los usuarios también registrados por el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca), conforme rige la legislación.
La JND espera que la comercialización de la marihuana esté en marcha antes de la Asamblea Especial de la ONU sobre drogas (Ungass) en abril de 2016, en Nueva York.
De momento, en Uruguay están en funcionamiento el cultivo doméstico, destinado a quienes se registren para plantar la sustancia en casa, así como los llamados clubes cannábicos, una suerte de cooperativa para el cultivo colectivo de un grupo limitado de personas.