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Luego de un año en la presidencia de Estados Unidos, pocas han sido las conferencias de prensa de Joe Biden que han sido memorables. La del lunes, sin embargo, será recordada durante lo que resta del año de manera incesante. El mandatario perdió los estribos cuando un periodista de Fox News le preguntó por la inflación, un tema que ha contribuido al desplome en la popularidad del demócrata. La inflación en EE. UU., cabe recordar, llegó a 6,8 % a finales de 2021 y tuvo el aumento más elevado en cuatro décadas.
“¿Crees que la inflación es una responsabilidad política en las elecciones intermedias?”, preguntó Peter Doocy, el periodista de Fox News.
Doocy trataba de saber si el presidente consideraba que el electorado le cobraría en las urnas el actual índice de inflación en el país.
“Es un gran activo, más inflación”, respondió Biden con sarcasmo. Pero el presidente olvidó que el micrófono estaba encendido y remató su intervención así: “Qué estúpido hijo de puta”.
President Biden appears to call Fox News' Peter Doocy a "stupid son of a bitch," mocking his question about inflation. pic.twitter.com/mZcp0f2Jyl
— The Recount (@therecount) January 24, 2022
La reacción del mandatario se volvió tendencia en las redes sociales. Con esto, Biden le ha dado arsenal a Fox News, medio afín a los republicanos, para criticarlo aún más por la inflación en el país. En Twitter ya circulan comentarios de periodistas de Fox que acusan al demócrata de “atacar a los medios y la libertad de prensa”, olvidando el silencio que mantuvieron cuando el expresidente Donald Trump tildó a los periodistas de ser “enemigos del pueblo”.
Antes de la intervención de Biden, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, también fue abordada por la actual situación económica en el país.
“¿Piensa el presidente que es un gran problema que hoy el Dow Jones (el índice bursátil más importante del país) haya bajado en un momento más de 1,100 puntos?”, le preguntó un periodista.
“A diferencia de su predecesor, el presidente no ve el mercado de valores como un medio para juzgar la economía”, contestó Psaki.
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Si bien algunos vieron su respuesta como acertada, le cuestionaron a Psaki el hecho de que la administración Biden haya citado múltiples veces la situación en el mercado de valores con un barómetro de éxito desde que está en el cargo. Pero no fue la única crítica a la Casa Blanca en esta jornada.
Cuestionada sobre la inflación, Psaki dijo en una entrevista que su consejo para “todos los que están tristes, enojados o frustrados es que vayan a una clase de kickboxing y tomen una margarita”, una declaración que se vio como completamente desconectada de las condiciones y necesidades de la clase trabajadora.
Los economistas señalan que es complicado culpar a Biden de la inflación. Contrario a las acusaciones de los republicanos, de que el gasto público y el paquete de estímulo de Biden aumentaron el déficit, hay que recordar que los precios de bienes que consumen los hogares estadounidenses ya estaban en sus niveles más altos antes de que llegara Biden.
“Hay fuerzas comunes detrás del aumento de los costos: los precios mundiales del petróleo, los problemas de la cadena de suministro de la pandemia y la forma en que el virus ha cambiado los hábitos de gasto”, señaló la organización de noticias Marketplace. En todo el mundo, el gasto se concentró en los bienes, que son escasos debido a los problemas de producción. Es un problema con el que no solo carga Estados Unidos.
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Como señala Sarah Longwell, estratega republicana anti-Trump, las calificaciones sobre Biden no son precisamente un reflejo sobre él, sino la muestra del descontento sobre el tercer año de la pandemia y la inflación, que, de nuevo, no es explícitamente culpa del presidente.
“Es un elemento que no tiene nada que ver con Joe Biden. Simplemente, es un momento difícil”, dice Longwell.
Lo que las cifras de desaprobación de Biden sugieren, como indica Longwell, es que la economía ahora es una prioridad para el país y que mientras los bolsillos se vean notablemente afectados eso se verá reflejado en la gran desaprobación de Biden.
Lo que estas cifras sugieren, como indica Longwell, es que la economía ahora es una prioridad para el país y que mientras los bolsillos se vean notablemente afectados eso se verá reflejado en la gran desaprobación de Biden.
Superado ese momento difícil del que habla Longwell, puede que el castigo en las encuestas no sea tan duro con el presidente. El problema para Biden, entre muchos otros, es que la inflación se mantendría alta hasta después de la segunda mitad de 2022, según el Departamento del Tesoro.
Y si este es el factor que más conduce a su baja popularidad, es de esperar que influya en las elecciones de medio término de noviembre, donde los demócratas se juegan el control del Congreso. El electorado continuará hablando de la inflación durante muchos meses, por lo que se espera que acá se concentre la principal razón para castigar a los demócratas en las urnas, sea o no su responsabilidad el actual nivel de la inflación en el país.
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