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Brian Jeffrey Raymond, exoficial de la CIA, fue declarado culpable de drogar y violar a mujeres de diferentes países en donde estuvo asignado a lo largo de su servicio, por lo que se enfrenta a una pena de 30 años de prisión, según informó el Departamento de Justicia estadounidense. El hombre de 48 años, de La Mesa, California, realizó actos sexuales no consensuados o tuvo contacto sexual con al menos 10 mujeres, expresó la entidad a través de un comunicado.
Raymond, que según el Washington Post trabajó en la agencia de inteligencia por dos décadas, también fotografió y grabó videos de víctimas sin su consentimiento, mientras ellas estaban drogadas o incapacitadas de alguna manera. Según los fiscales, él, como empleado de la CIA, atraía a mujeres que conocía en aplicaciones de citas, como Tinder, a su apartamento alquilado por el Gobierno, donde las drogaba y agredía.
Los hechos datan del año 2006 y ocurrieron en varios países. Sin embargo, el escándalo salió a relucir en mayo de 2020, cuando la policía de Ciudad de México respondió a un aviso de una mujer desnuda que gritaba pidiendo ayuda en el balcón de la residencia del estadounidense, según documentos judiciales. Tres años después, en 2023, se declaró culpable de cuatro cargos de abuso sexual, contacto sexual abusivo, coerción e incitación, y transporte de material obsceno.
Como parte del acuerdo de culpabilidad, el exagente admitió haber drogado y luego haber tenido relaciones sexuales no consentidas con cuatro mujeres, así como haber tenido contacto sexual no consentido con otras seis. Admitió, además, haber drogado a 28 mujeres para luego crear material obsceno sin su consentimiento.
La CIA, tras conocer la sentencia, dijo que “condena en los términos más enérgicos los crímenes” que cometió. “Tomamos muy en serio cualquier acusación de agresión o acoso sexual y hemos tomado medidas importantes para garantizar que mantenemos un entorno seguro, inclusivo y respetuoso para nuestra fuerza laboral”, afirmó la agencia: “No hay absolutamente ninguna excusa para el comportamiento reprensible y atroz del señor Raymond”.
Además de la condena de los 30 años, la jueza Kollar-Kotelly también ordenó que, una vez liberado, debe quedar en libertad supervisada por el resto de su vida y pagar US$260.000 en restitución a las víctimas. Además, deberá registrarse como delincuente sexual. “Mi cuerpo parece un cadáver en su cama”, dijo una mujer sobre las fotos. “Ahora tengo pesadillas en las que me veo muerta”. Otra testificó ante el tribunal: “¿Me violaron? ¿Me agredieron sexualmente? Nunca lo sabré y eso también me atormenta”.
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