Christopher Way, el director del FBI, dijo este jueves que la cantidad de espías rusos que trabajan en Estados Unidos es “excesivamente grande”, incluso con las estrategias de la inteligencia estadounidense para expulsarlos.
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“La tradicional amenaza de contrainteligencia rusa continúa siendo una preocupación importante. La huella de la inteligencia rusa, y con esto me refiero a los oficiales de inteligencia, sigue siendo excesivamente grande en Estados Unidos y es algo contra lo que estamos chocando continuamente e intentando bloquear, prevenir y perturbar de todas las maneras posibles”, afirmó Wray.
La inteligencia de Rusia estaría usando tácticas que provienen de la Guerra Fría: agentes operando directamente desde terreno estadounidense en lugar de espías que actúan en la web manteniendo su presencia física en territorio ruso. Estas acciones han tomado mayor relevancia desde que funcionarios estadounidenses comenzaron a reconocer al gobierno ruso bajo el mando de Vladimir Putin como adversario.
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También citan otras estrategias, como los llamados cut-outs, con los que Rusia introduce a personas de otras nacionalidades dentro de Estados Unidos para que sirvan como espías. Tan solo el año pasado, un hombre de nacionalidad mexicana se declaró culpable de haber sido un agente del gobierno ruso en territorio estadounidense.
En otros países también crece la preocupación por la presencia de inteligencia rusa. De acuerdo con oficiales de Estados Unidos, México tiene el mayor número de espías rusos que cualquier otro lugar en el mundo. En Cuba se descubrió recientemente un grupo que reclutaba personas para pelear en la guerra contra Ucrania. Canadá incluso añadió a Rusia entre los países que han tratado de influenciar sus asuntos internos.
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