La Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó que todos los presidentes tienen inmunidad absoluta frente a procesos penales por actos oficiales durante su mandato. Al respecto, el candidato republicano para las elecciones presidenciales que tiene cuatro casos penales abiertos, Donald Trump, opinó: “Gran victoria para nuestra Constitución y democracia”. Ante un fallo que podría limpiar parte de sus antecedentes judiciales y su camino para volver a la Casa Blanca, ¿quién se beneficia más: el aspirante o Estados Unidos?
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Mientras Trump tiene pendiente el juicio por intentar anular las elecciones presidenciales de 2020, los magistrados de la Corte Suprema, de mayoría conservadora, emitieron el 1.° de julio el histórico veredicto con 6 votos a favor y 3 en contra que le garantiza a Trump que no irá a juicio antes de las elecciones presidenciales de 2024 programadas para el 5 de noviembre.
“Un presidente no está por encima de la ley”, explicó el líder de la Corte Suprema, John Roberts, pero tiene “inmunidad absoluta” frente a un proceso penal por actos oficiales realizados mientras estaba en el cargo. Por lo tanto, “el presidente no puede ser procesado por ejercer sus poderes constitucionales fundamentales, y tiene derecho, como mínimo, a una presunta inmunidad judicial por todos sus actos oficiales”, agregó. “Esa inmunidad se aplica por igual a todos los ocupantes de la Oficina Oval, independientemente de la postura política, las políticas públicas o el partido”, resaltó. Sin embargo, en este momento el único candidato que enfrenta procesos penales y que se beneficiaría de tal fallo es Donald Trump.
Entre “actos oficiales” y “no oficiales”, el expresidente tiene cuatro procesos penales abiertos.
Por un lado, los oficiales están relacionados con las denuncias de fraude que impulsó Trump sobre las elecciones de noviembre de 2020 que perdió contra Joe Biden y el asalto al Capitolio perpetrado por sus seguidores, pero instigado por él según un informe de la Cámara de Representantes, el 6 de enero de 2021. Trump fue acusado de cuatro cargos penales, entre ellos conspiración para obstruir un procedimiento oficial y conspiración contra los derechos de los ciudadanos, por negarles su derecho a votar y a que su voto sea contado. En los actos se incluye haber ordenado al Departamento de Justicia que debatiera con los estados sobre la investigación del supuesto fraude electoral o el discurso que Trump pronunció la mañana del 6 de enero de 2021 para motivar a sus seguidores a marchar hacia el Capitolio.
Los actos no oficiales, que determinarán tribunales inferiores, se refieren a intentar convencer a funcionarios estatales de que el presunto fraude electoral implicaba que debían cambiar los votos del estado a favor de Trump; crear listas de los “falsos electores” para que los estados las enviaran al Congreso a certificar que Trump ganó las elecciones donde las perdió; o el histórico fallo que convirtió a Trump en el primer expresidente estadounidense en la historia condenado en un juicio penal por falsificar documentos para ocultar un pago a cambio del silencio de la exestrella porno Stormy Daniels.
Si bien para el republicano “la histórica decisión de hoy de la Corte Suprema debería poner fin a toda la cacería de brujas del corrupto Joe Biden” contra su persona, para el actual presidente y candidato demócrata, Joe Biden, el fallo de la Corte “no cambia los hechos” de lo que sucedió el 6 de enero de 2021 y, además, demuestra que Trump “piensa que está por encima de la ley y está dispuesto a hacer cualquier cosa para ganar y conservar el poder”.
De cierta forma se convierte en un “precedente peligroso” que cuestiona el principio con el que se fundó la nación de que “no hay reyes en Estados Unidos. Cada uno de nosotros es igual ante la ley. Nadie, nadie está por encima de la ley. Ni siquiera el presidente de Estados Unidos”, agregó Biden.
Para Alejandro Bohórquez-Keeney, docente de Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia, este dictamen muestra una “disonancia cognitiva” de los preceptos republicanos que buscaban mantener alejado al poder central porque “acá lo que están haciendo es darle más poder a Washington”, explicó.
Además, según el analista, esto es tergiversar lo que dice la Constitución. “Lo que los jueces conservadores, que puso Trump y que ayudaron a este fallo, argumentaron fue que constitucionalmente la inmunidad tiene que ver con que un presidente pueda ejercer, pero esto no es así. Lo mismo que pasó con la segunda enmienda, que estaba hecha para proteger la libertad, no para comprar armas. La inmunidad de los presidentes era para actos en beneficio de la nación o de la federación, pero acá es en beneficio de una persona y eso claramente socaba la separación de poderes que es tan sagrada para un sistema como el de los Estados Unidos”, expresó Bohórquez-Keeney.
“Aquí es la democracia entendida como demagogia, como populismo, porque como mucha gente quiere a Trump, entonces ese debe quedar”, resaltó.
En nombre de los tres liberales del tribunal que votaron en contra, la jueza Sonia Sotomayor criticó a la mayoría por inventar una “inmunidad atextual, ahistórica e injustificable que sitúa al presidente por encima de la ley”. “La relación entre el presidente y el pueblo al que sirve ha cambiado irrevocablemente. En todo uso del poder oficial, el presidente es ahora un rey por encima de la ley”, agregó.
“El presidente de Estados Unidos es la persona más poderosa del país, y posiblemente del mundo. Cuando utiliza sus poderes oficiales de cualquier manera, según el razonamiento de la mayoría, ahora estará protegido de la persecución penal. ¿Ordenar al Equipo Seal 6 de la Marina asesinar a un rival político? Inmune. ¿Organiza un golpe militar para aferrarse al poder? Inmune. ¿Acepta un soborno a cambio de un indulto? Inmune. Inmune, inmune, inmune”, continuó la jueza Sotomayor.
Estados Unidos se prepara para escoger presidente en cuatro meses y según una encuesta de CNN, que recogió la intención de voto luego del primer debate presidencial de la semana pasada, casi 7 de cada 10 votantes que ya han tomado una decisión se inclinan fuertemente por Trump: 53 % a 45 %.
Lawrence Gumbiner, exdiplomático y analista internacional, considera que este fallo “no tiene impacto en el comportamiento electoral”, sin embargo, “si esto vuelve a la corte inferior y hay audiencias sobre lo que pasó el 6 de enero, se especula que sí podría influir, pues van a salir al aire todas las cosas que hizo”, expuso.
Del mismo modo, para Bohórquez-Keeney, esto es un “triunfo” para Trump porque no va a haber algún freno para su elección. No obstante, sí podría tener efecto sobre los electores que aún no saben por quién votar. “Hay una buena probabilidad de que muchos de esos votos indecisos no es que voten por Biden, sino en contra de Trump”.
Según una nueva encuesta de CNN realizada por SSRS, el 31 % de los votantes registrados dice que podría cambiar de opinión de aquí al día de las elecciones, o bien afirma que no apoya a un candidato específico. “Para superar a Trump, Biden tendría que lograr el voto de una proporción significativa de estos votantes volátiles o indecisos, aunque actualmente se dividen entre el 39 % de Trump y el 37 % de Biden en un enfrentamiento bidireccional. El 8 % dice que apoyaría a otra persona y el 14 % que no piensa votar”, explicó la cadena estadounidense.
Por otro lado, tres cuartas partes de los votantes estadounidenses dicen que el Partido Demócrata tendría más posibilidades de ganar la presidencia en 2024 si alguien que no fuera el presidente Joe Biden encabezara la elección. Aunque la campaña de Biden ha insistido en que continuará con su candidatura, según fuentes dentro del partido, hay miembros que han discutido en privado la posibilidad de reemplazarlo como candidato. Asimismo, inluyentes columnistas y editoriales como el de The New York Times sugirieron al mandatario retirarse de la contienda.
Además, según la encuesta, los votantes indecisos consideran que es mejor apoyar a un demócrata alternativo contra Trump antes que de elegir a Biden. En enfrentamientos hipotéticos, se dividen entre el 47 % de la vicepresidenta Kamala Harris al 34 % de Trump; el 42 % del gobernador de California, Gavin Newsom, al 36 % de Trump, y el 42 % del secretario de Transporte, Pete Buttigieg, al 35 % de Trump.
Sin importar el candidato, los demócratas podrían aprovechar este fallo para diseñar una estrategia que les permita ganar votantes. “Si los de la campaña de Biden son astutos pueden decir que todo lo que se está haciendo puede romper con el imperio de las leyes donde se supone que los gobernantes no están por encima de estas. Decir, oigan, ustedes van a votar por una persona que se salta las leyes, puede ser favorable para la reelección de Biden”, añadió Bohórquez.
De hecho, el último sondeo de Reuters/Ipsos Core Political reveló que el 39 % de los estadounidenses escogería a Joe Biden, frente al 33 % que votó por Trump, ya que están preocupados por el extremismo político y las amenazas a la democracia que representa el expresidente.
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