Investigación sobre caso Ayotzinapa apunta a manipulación y ocultamiento de pruebas

Familiares de los 43 estudiantes de Ayotzinapa dijeron este martes estar "cansados" y "decepcionados" con las autoridades mexicanas.

Foto: EFE - Mario Guzmán

El Tercer Informe de la investigación sobre la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, que adelanta el Grupo Interdisciplinario de Expertos Internacionales (GIEI), ha dado mucho de qué hablar en México. El documento sostiene que la Marina mexicana jugó un rol activo en el ocultamiento de pruebas para facilitar la primera versión oficial del Gobierno, que resultó ser falsa.

“Lamentablemente, no hemos podido (establecer el destino de las víctimas). Esto se debe a la destrucción de evidencia, el obstáculo, el ocultamiento y la construcción de una mentira desde las más altas esferas”, dijo a la prensa Francisco Cox, miembro del GIEI.

Según la llamada “verdad histórica” que planteó el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto (2012-2018), los jóvenes fueron detenidos y entregados por policías locales a narcotraficantes del Cártel Guerreros Unidos al ser confundidos con integrantes de una banda enemiga. Tras ser baleados, sus restos fueron incinerados y arrojados al basurero de Cocula, de acuerdo con esa tesis.

La teoría fue rechazada por familiares de las víctimas, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el GIEI y la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos. En los dos primeros informes del GIEI se señala que hubo una operación dirigida durante el gobierno de Peña Nieto, en la que participaron distintas entidades oficiales, para realizar un montaje que respaldara la teoría oficial.

Claudia Paz, también miembro del GIEI, detalló que los miembros de las Fuerzas Armadas siguieron los movimientos “minuto a minuto” de los normalistas de Ayotzinapa antes de su aparición entre el 26 y el 27 de septiembre de 2014. La información pudo ser vital para encontrar a los estudiantes, pero esos datos no fueron entregados para las respectivas investigaciones.

Entre tanto, Ángela Buitrago, también del GIEI, mencionó que la escena del basurero de Cocula, en el que ya se encontraron restos humanos de tres de los estudiantes, fue alterada “por actores que no tenían ni competencia ni el rango de investigadores” antes de que las diligencias judiciales se desarrollaran.

Jhosivani Guerrero de la Cruz, Christian Alfonso Rodríguez Telumbre y Alexander Mora Venancio son los únicos alumnos identificados hasta ahora por el Instituto de Medicina Legal de la Universidad de Innsbruck (Austria).

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Según el informe, fueron los marinos quienes operaron en el basurero, sin tener la competencia para hacerlo, horas antes de que el lugar fuera acordonado y sin que tales actividades quedaran registradas en el expediente del caso.

“Hubo personas que generaron una simulación a la orden de entregar los documentos. Hoy todavía hay instituciones que no entregan ese material”, aseveró Buitrago al presentar el tercer informe de trabajo del GIEI.

En un video tomado desde un dron expuesto por el GIEI, tomado casi seis horas antes de que se acordonara el basurero de Cocula, los marinos sacaron tres bultos de un vehículo, cuyo contenido no se aclaró, y luego les prendieron fuego. Poco después se les observa tirar bolsas en un río. Ninguna de estas actividades fue explicada por la Marina.

El de Ayotzinapa es uno de los peores casos de violación de derechos humanos en México -donde se registran 96.000 desaparecidos-, y en su momento generó una amplia condena internacional.

Además del ocultamiento de información, Cox subrayó que las acciones de los propios criminales también impiden “saber el destino final” de los estudiantes.

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Al menos “22 personas relacionadas que pudieron haber tenido información han muerto, solo dos por muerte natural. Llama la atención la de un hombre con 21 disparos en un operativo policial”, apuntó el comisionado.

El presidente López Obrador, que dio un nuevo impulso a las averiguaciones cuando asumió el poder en 2018, subrayó que su gobierno está comprometido “a dar a conocer lo que sucedió con la desaparición de los jóvenes”. negó este martes que su gobierno oculte información sobre el caso.

“Se está entregando toda la información (...), se han abierto los archivos como nunca y no se oculta absolutamente nada”, dijo el mandatario izquierdista sobre las pesquisas en torno a la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa.

El jefe de la unidad de comunicación social de la Secretaría de Marina, José Orozco, dijo que se adelantará una investigación al interior del cuerpo tras la publicación del video presentado por el grupo de investigadores internacionales. Según Orozco, lo único que sabían era que los buzos de la Marina participaron en las búsquedas en un río donde se reportó que habrían sido trasladados los estudiantes.

Aunque el grupo asegura que la colaboración de las autoridades es más grande que antes, persisten los bloqueos al acceso de la información. La Marina, dice Los Angeles Times, se negó a proporcionarle el video del dron al fiscal del caso. Con el paso del tiempo, la relación entre los padres y madres de las víctimas y el presidente López Obrador, quien en un principio hizo de la investigación del caso una de sus banderas, se ha ido deteriorando.

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