John Stoltenberg, el hombre que mantiene unida a la OTAN a pesar de Trump
El diplomático noruego se convertirá este año en el secretario general de la alianza con más años en el cargo. Los países miembros de la alianza lo adoran y el presidente de Estados Unidos, quien ha criticado en varias veces a la organización, manifiesta que "admira su trabajo". Este es el hombre que mantiene unido al bloque occidental.
redacción internacional
Para muchos de sus miembros, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) está obsoleta. No solo porque el presidente de EE.UU. Donald Trump o el mandatario francés lo digan, sino también porque para muchos de los habitantes de los países que pertenecen a ella ya no es relevante.
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Para muchos de sus miembros, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) está obsoleta. No solo porque el presidente de EE.UU. Donald Trump o el mandatario francés lo digan, sino también porque para muchos de los habitantes de los países que pertenecen a ella ya no es relevante.
Además de ello, las tensiones entre sus propios miembros se han hecho evidentes en los últimos años. Los países se sancionan mutuamente y ya no tienen la armonía que tenían hace 70 años después de haber sido fundada.
Pero la cumbre celebrada en Londres esta semana fue una oportunidad para reunir de nuevo a los países que hacen parte del bloque militar, fundado en sus inicios para combatir la amenaza soviética. Con el fin de la Guerra Fría la OTAN quedó huérfana. El Pacto de Varsovia se disolvió y la organización tuvo que plantearse nuevos objetivos para sobrevivir.
Sin embargo, dicen que la historia es cíclica. Treinta años después de la caída del comunismo, otra vez es Rusia la principal amenaza para los 29 miembros de la OTAN. Y el encargado de liderar esta cruzada es un hombre que en el pasado se opuso a que su país se adhiriera al tratado militar.
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El noruego John Stoltenberg es quien desde el año 2014 lidera la OTAN. Con este año, el diplomático se convertirá en el secretario que más años ha pasado al frente de la organización. Su gestión, para varios analistas, ha sido exitosa teniendo en cuenta las dificultades que ha tenido que sortear. Porque no es solo la inclemente amenaza de Rusia, sino también la volatilidad de su miembro más importante: Estados Unidos.
Pero los estados miembros de la OTAN parecen estar contentos con su trabajo. En marzo de este año, acordaron extender su mandato como secretario general por dos años más, llevándolo al 30 de septiembre de 2022.
Su clave, dicen expertos, es que ha evitado los conflictos internos que ha intentado provocar su más acérrimo crítico, Donald Trump. En vez de seguirle el juego dialéctico, Stoltenberg ha preferido atribuir los problemas de la organización a su naturaleza misma: el ser una alianza política y militar de manera simultánea.
"Somos 29 aliados de ambos lados del Atlántico", dijo Stoltenberg en una conferencia en Londres ayer. “Sería extraño que 29 aliados con diferentes partidos políticos, diferentes historias, y diferentes geografías siempre estuvieran de acuerdo en todo. La lección que hemos aprendido de la historia es que, a pesar de estas diferencias, siempre hemos podido unirnos en torno a nuestra tarea central de protegernos y defendernos mutuamente, porque nuestro interés en seguridad internacional es hacerlo", manifestó el noruego durante la cumbre de celebración de los 70 años de la OTAN.
El compromiso de Stoltenberg con el diálogo y le ha servido bien en su tiempo como secretario general, y de hecho fue lo llevó que lo llevó a ser elegido como jefe de la alianza. Esta naturaleza de su personalidad es heredada, pues Stoltenberg hace parte de una familia de importantes diplomáticos en Noruega.
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Pero en un hecho curioso, Stoltenberg, que comenzó su carrera política haciendo campaña contra las guerras lideradas por miembros de la OTAN, como la de Vietnam, terminó siendo el jefe de la organización muchos años después. Y mientras se daba este proceso, el noruego ejerció como ministro en varios gobiernos hasta llegar a ser primer ministro de su país en el año 2000. Luego repitió en 2005 hasta el año 2013.
Y fue durante sus años como jefe de gobierno que su relación con la OTAN se fortaleció. Durante sus mandatos, Noruega invirtió millones de dólares en su industria de defnsa y apoyó las campañas militares de la OTAN tanto en Afganistán como en Libia. Pero también ejerció como un diplomático audaz, y llegó a importantes acuerdos con su vecino más peligroso, Rusia.
De hecho, en 2010, cuando todavía era el líder de Noruega, Stoltenberg llegó a un acuerdo con Moscú para resolver una disputa de décadas sobre las fronteras marítimas en el Mar de Barents, un avance atribuido en parte a su relación con el entonces presidente Dmitry Medvedev.
"Viene de un país que ha tenido a la Unión Soviética y a Rusia como vecino por siempre", dijo a The Atlantic Jan Egeland, ex subsecretario general de las Naciones Unidas y amigo desde hace mucho tiempo de Stoltenberg. "Esa es la realidad política con la que creció ... así que en realidad está calificado de una manera única para el trabajo".
La gestión de Stoltenberg, no obstante, ha tenido que lidiar con un enemigo aún más incómodo que la misma Rusia: Donald Trump. El presidente estadounidense ha atacado en sus dos años de mandato en varias ocasiones a la OTAN y a sus miembros, al afirmar que su país es quien pone más dinero para mantener la alianza. Por ello, al noruego le ha tocado calmar y convencer al magnate republicano de que los demás estados de la alianza están igual de comprometidos que Estados Unidos.
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Lo bueno para Stoltenberg dentro de todo es que, al parecer, su relación con el presidente estadounidense es muy buena.
Durante un viaje de 2017 a los Estados Unidos, el líder de la OTAN concedió una entrevista a Fox News agradeciendo a la presión de Trump para aumentar el gasto militar de los países europeos en $ 100 mil millones. En ese mismo viaje, el presidente estadounidense declaró que la OTAN "ya no era obsoleta".
De hecho, su buena relación quedó una vez más evidenciada el día de ayer después de un desayuno en Londres. Trump elogió a Stoltenberg por hacer "un muy buen trabajo en el manejo de la OTAN" y unir a la alianza.
"Cuando entré, estaba enojado con la OTAN", dijo Trump a los periodistas en Londres, diciendo que Stoltenberg y él habían trabajado en conjunto para aumentar la cantidad que otros países gastaban en sus ejércitos en $130 mil millones.
En un momento, refiriéndose a Stoltenberg, el presidente de los Estados Unidos dijo: "Creo que está haciendo un trabajo fantástico; Soy un gran fanático de su trabajo".