Según el gobierno mexicano, la captura en Estados Unidos del veterano narcotraficante Ismael “El Mayo” Zambada fue parte de un acuerdo entre Washington y un hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien también fue detenido. Ante la falta de información del operativo, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, impulsó a Zambada a que revele cualquier posible vínculo del Cártel de Sinaloa con autoridades de ambos países.
En su conferencia de prensa, AMLO, como se le conoce al mandatario, confirmó parcialmente versiones periodísticas en ambos países en el sentido de que Joaquín Guzmán López negoció con autoridades estadounidenses su entrega. Sin embargo, declaró que México no tiene claros los hechos que llevaron a esta histórica captura.
“Lo que nos informaron (los estadounidenses) fue de Guzmán López, que tenían pláticas con él y que de repente no solo llegó Guzmán López sino llegó el señor Zambada”, dijo López Obrador consultado por periodistas.
“De lo que estamos seguros es que no intervinieron las fuerzas armadas de México, que esto al parecer fue un acuerdo entre autoridades del gobierno de Estados Unidos y estas personas”, agregó el mandatario.
“El Mayo”, quien por décadas encabezó el cártel de Sinaloa y fue estrecho aliado de “El Chapo”, era el narcotraficante más buscado por Estados Unidos, con una recompensa de US$15 millones, hasta su sorpresiva captura en un aeropuerto cercano a El Paso, Texas.
Zambada llegó el 25 de julio en un avión privado junto con Guzmán López y ambos fueron detenidos cuando bajaron de la aeronave por fuerzas federales estadounidenses.
La defensa del capo de 76 años alega que su cliente fue “secuestrado” por Guzmán y luego trasladado a Estados Unidos como parte de un supuesto acuerdo.
López Obrador declinó dar más detalles con el argumento de que está a la espera de más “información oficial” de Washington porque es un “asunto delicado” y podría generar “un conflicto mayor” en México.
Autoridades estadounidenses han señalado de su lado que desconocían que Zambada viajaba en el avión.
Incluso, la canciller mexicana, Alicia Bárcena, informó el viernes pasado sobre la petición de información realizada al secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, de los detalles del plan de captura de ambos capos.
“Mandamos una comunicación a Antony Blinken pidiendo datos específicos”, refirió Bárcena durante la conferencia matutina de López Obrador, en la que explicó que solicitó detalles sobre el avión que transportó al narcotraficante, matrícula de la aeronave, lugar de despegue y nombre del piloto.
En silla de ruedas y con aspecto débil, el capo compareció el pasado jueves ante un tribunal de Texas para declararse inocente de los 14 cargos que se le imputan: narcotráfico, blanqueo de dinero y conspiración para cometer asesinato.
Por otra parte, tras su detención, Guzmán López fue llevado a Chicago, donde también se declaró “no culpable” de los cargos de trasiego de drogas.
Después del operativo circularon versiones de que Ovidio Guzmán, otro hijo de “El Chapo” preso en Estados Unidos, se había convertido en testigo protegido. Washington aclaró que sigue bajo custodia.
Guzmán padre fue entregado por México a Estados Unidos en enero de 2017 y purga cadena perpetua en una cárcel de máxima seguridad en Florence, Colorado.
Un hijo de “El Mayo”, Vicente Zambada, también está preso en una cárcel estadounidense tras haber sido extraditado en 2010.
Por décadas, el mundo del narcotráfico mexicano ha estado plagado de supuestas traiciones, con capos revelando información de cárteles rivales.
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