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El 60% de la energía que consumirá el Metro de Santiago a partir de 2018 será de origen solar y eólico y se convertirá en el primer metro del mundo que se alimente mayoritariamente con sol y viento, anunció este lunes la presidenta de Chile, Michelle Bachelet.
"Hoy día Metro está entrando en el futuro de la humanidad, que tiene conciencia ambiental y en el futuro del transporte que no contamina", afirmó la mandataria, al hacer el anuncio en la construcción de una de las estaciones de la nueva línea 6 del ferrocarril metropolitano de Santiago.
Para ello, se construirán dos plantas en el desierto de Atacama. Una planta fotovoltaica, El Pelícano, que estará a cargo de la empresa francesa Total Sun Power, generará el 42% de la nueva energía. El Pelícano será capaz de producir 111 megavatios de potencia con 255.000 paneles solares. Esa energía equivale al consumo de 100.000 hogares.
Sigue a El Espectador en WhatsAppPor otra parte, el consorcio brasileño Latinamerican Power construirá el parque eólico San Juan de Aceituno, que producirá el 18% de la nueva energía.
Chilectra, la compañía nacional de electricidad, proporcionará el 40% restante. La inversión de los dos proyectos se eleva a 500 millones de dólares. El metro de Santiago se convertirá en el primero del mundo en utilizar la mayor parte de su matriz energética procedente del sol y del viento, dijo el ministro de Energía a la AFP, Máximo Pacheco.
Se estima que los dos nuevos contratos permitirán reducir en 130.000 toneladas anuales las emisiones de CO2, casi el equivalente a las 159.000 toneladas que generó en 2015.
La energía que producirán ambos proyectos será inyectada al Sistema Interconectado Central (SINC), que alimenta a gran parte del país.
Con cinco líneas, 100 estaciones y una extensión de 103 km, el Metro de Santiago transporta cada día a dos y medio millones de pasajeros.