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El exvicepresidente Mike Pence, fiel escudero de Donald Trump, es descrito ahora como un “hombre sin hogar”. Tras la posesión del presidente Joe Biden el pasado 20 de enero, Pence informó que viajaría con su esposa a Indiana, su estado natal, para descansar y planear su futuro tras la derrota en las elecciones generales.
“No hay lugar como el hogar”, dijo Pence.
Pero un artículo de Business Insider señaló que este no es precisamente un “regreso a casa” de Pence, pues el exvicepresidente no posee una vivienda desde hace más de una década. Según cuenta el medio, el republicano se está quedando en una cabaña decorada que Eric Holcomb, gobernador del estado y amigo de Pence, usa como refugio.
“No tiene una casa, no tiene ningún lugar donde vivir”, le contó a Business Insider un asesor del expresidente Trump.
La investigación del medio reporta que en las declaraciones de renta presentadas por Pence cuando era vicepresidente no se observa que sea dueño de ninguna propiedad. También se subraya que los Pence parecen haber vendido su casa en Edimburgo, también en el estado de Indiana, la cual compraron en 1999. No se sabe cuándo se produjo la venta de la propiedad.
Lo que sí se sabe es que luego de que Pence regresó a Indiana en 2012 a tiempo completo para lanzarse a la gobernación del estado, luego de pasar una década viviendo en Washington D.C. mientras sirvió como congresista, la familia no se quedó en la casa de Edimburgo. En lugar de ello alquiló una residencia lujosa en Indianápolis.
El estado de Pence ha causado curiosidad desde hace muchos años en Indiana, pero fue hasta que llegó la pandemia que adquirió especial relevancia. Tanto el exvicepresidente como Trump inscribieron direcciones diferentes a las de sus residencias oficiales en Washington D.C. para votar en las pasadas elecciones presidenciales. Trump votó por correo usando la dirección de su club privado de Mar-a-Lago como su domicilio principal, mientras que Pence usó la dirección de la mansión del gobernador de Indiana como su residencia, aunque no había vivido en esta desde que dejó el cargo en 2017.
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El equipo de Pence se ha resistido a contestar preguntas sobre la situación del republicano, pero su situación es motivo de preocupación. Hay que recordar que el exvicepresidente recibió amenazas de muerte por parte de los seguidores de Trump por negarse a anular los resultados de las elecciones presidenciales en el Congreso el pasado 6 de enero. Y aunque el servicio secreto continuará al lado de Pence durante otros seis meses, las amenazas no dejan de prender las alarmas en el círculo del republicano. Los fanáticos del expresidente continúan culpando a Pence por la derrota.
Pero la situación de Pence también ha despertado burlas entre sus opositores, pues le recriminan el haber vivido a expensas de los contribuyentes durante casi una década. Pence vivió en la residencia gratuita del gobernador de Indiana de 2013 a 2017 y en la residencia oficial del vicepresidente de 2017 a 2021. Hay que recalcar que Mitch Daniels, el predecesor de Pence en la gobernación de Indiana, evitó la vivienda gratuita durante todo su tiempo en el cargo.
Por otro lado, Pence también ha quedado “sin hogar” dentro de su partido. El republicano mostró que los lazos con el expresidente quedaron rotos tras negarse a anular los resultados de las elecciones presidenciales en el Congreso, como se lo pidió su exjefe, lo que dejó su figura a la deriva dentro del Partido Republicano.
En la última semana del gobierno anterior, la fractura en esta relación quedó evidenciada con los gestos de Pence. El exvicepresidente eligió asistir a la ceremonia de posesión del presidente Biden por encima de la improvisada fiesta de despedida de Trump y no publicó fotos junto al expresidente para despedirse de sus electores. Además, los medios locales informaron que tras el asalto al Capitolio el pasado 6 de enero apuntó que nunca quería volver a hablar con Trump.
Debido a la influencia de Trump en el partido, este distanciamiento deja a Pence en una situación sin salida y con muchas decisiones importantes que tomar. Pence todavía se debate por una candidatura a la nominación presidencial republicana para las presidenciales de 2024, para las que, bajo las condiciones actuales, necesitarían obligatoriamente el apoyo de los trumpistas que lo quieren muerto.
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