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Keith McAllister, un hombre de 61 años, acompañó a su esposa, Adrienne Jones‑McAllister, a un procedimiento de resonancia magnética el pasado 17 de julio en Long Island. Sin embargo, al ingresar a la sala (un área estrictamente restringida a objetos metálicos) ocurrió lo impensable: la máquina lo succionó debido a la cadena de 20 libras que llevaba puesta.
🔑Las claves para entender la tragedia
- McAllister entró al área restringida con una cadena metálica de 20 libras mientras el procedimiento estaba activo.
- La esposa denuncia que un técnico permitió su ingreso pese a haber visto la cadena previamente.
- El imán de la máquina succionó violentamente el objeto metálico, causando lesiones fatales.
📌 ¿Cómo ocurrió la tragedia?
El incidente se produjo en las instalaciones de Nassau Open MRI, en Westbury, Long Island. Según el Departamento de Policía del condado de Nassau, McAllister entró sin autorización y mientras el procedimiento aún estaba en curso.
Pero la versión oficial fue cuestionada por Adrienne, quien presenció la escena con horror. Para ella, no se trató de una imprudencia, sino de negligencia del técnico: asegura que un miembro del personal permitió la entrada de su esposo para ayudarla a levantarse, a pesar de haber visto claramente la cadena. Incluso, recordó con indignación: “No era la primera vez que ese tipo veía esa cadena. Ya habían hablado de ello antes”.
Adrienne describió la escena: “Lo vi caminar hacia la mesa y luego la máquina lo atrapó”. Después, “se quedó flácido en mis brazos y esto todavía late en mi cerebro”, dijo. McAllister falleció tiempo después por las graves heridas.
🔍 ¿Por qué la máquina atrae el metal?
Las máquinas de resonancia magnética (RM) generan un campo magnético extremadamente potente y constante, acompañado de pulsos de radiofrecuencia. Por eso no se puede ingresar con metales, porque el campo magnético actúa como un imán gigantesco.
Cualquier objeto ferromagnético, como cadenas, llaves, tijeras, tanques de oxígeno y sillas de ruedas no compatibles, entre otros, es atraído de forma súbita y con gran fuerza hacia el imán de la máquina. Esto puede convertirlo en un proyectil a gran velocidad, capaz de golpear y causar lesiones graves o incluso fatales.
La RM es segura siguiendo los protocolos, pero esto no la exime de haber provocado tragedias: su potente campo magnético ha provocado accidentes mortales. En 2018, en Mumbai, un hombre murió al ser succionado mientras sostenía un cilindro de oxígeno metálico. En 2001, en Nueva York, un niño de seis años falleció tras ser golpeado por un tanque de oxígeno que la máquina atrajo violentamente.
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