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Una guía simple para entender la jornada electoral en Estados Unidos

La jornada más esperada del año en Estados Unidos ha llegado y las cosas no pintan bien. Estos son los escenarios que hay para las elecciones generales en el país.

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Camilo Gómez Forero
03 de noviembre de 2020 - 02:00 a. m.
El demócrata Joe Biden lidera en las encuestas, pero el presidente Donald Trump todavía tiene chances de ganar.
El demócrata Joe Biden lidera en las encuestas, pero el presidente Donald Trump todavía tiene chances de ganar.
Foto: AFP - Agencia AFP
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Por primera vez en la historia, la ciudad de Denver lanzó un puesto de comando policial especial para atender posibles disturbios poselectorales. Las autoridades locales han dicho que incluso podrían necesitar agentes adicionales. En todo Estados Unidos, la Guardia Nacional y los militares han preparado operaciones de seguridad en caso de que la violencia estalle y la policía local no pueda manejarla. Pero eso solo ha aumentado las tensiones. La presencia de uniformados en los lugares de votación se ha convertido en un debate bipartidista en algunos estados como Nueva York. Hay acusaciones de que estos puedan favorecer a un candidato sobre otro. ¿Cómo llegamos aquí? Estos son los escenarios claves para que tenga presente en esta caótica jornada electoral en Estados Unidos.

Una amenaza a la seguridad nacional

Las protestas callejeras que se viven desde junio y el surgimiento de grupos armados de extrema derecha, respaldados por la retórica de Donald Trump, son la principal preocupación de las autoridades estadounidenses esta semana. Todo esto ha sido alimentado por la polarización. Los oficiales militares le dijeron a la NPR que no anticipan problemas particulares para el martes, pero que la violencia podría ocurrir después de conocerse los resultados electorales “sin importar quién gane”.

El hermano de una colombiana en Ohio, con ciudadanía estadounidense, nos contó que ante la gravedad de la situación y, animado por vecinos americanos, compró dos armas esta semana. El almacén al que fue estaba lleno de otros que como él temen que haya violencia tras las elecciones. Dice que hay muchos rumores de conflicto y por eso también se abasteció de mercado y una cocina para camping. Hay mucho miedo.

En Filadelfia (Pensilvania), uno de los estados claves, la cadena Walmart ocultó de sus repisas armas y municiones temiendo que los ciudadanos se armen para una batalla. Un nuevo tiroteo a un afroamericano por parte de la policía en la última semana elevó las preocupaciones de nuevas y violentas manifestaciones.

¿Se está exagerando con esto?

Quizá no. Hay mucha ansiedad en las calles producto del discurso de Trump. Por un lado, el presidente le ha sugerido a su base electoral que los demócratas cometerán fraude y se robarán las elecciones. Esto usando teorías conspirativas y mentiras. Sus argumentos no tienen fundamento. De hecho, si alguien ha intentado socavar el buen ejercicio de los comicios ha sido la propia Casa Blanca con la supresión de votantes o haciendo más difícil que la gente vote. Por otro lado, Trump ha puesto en duda el reconocimiento de los resultados. No sabemos si aceptará una hipotética derrota, y esto le produce más ansiedad a la ciudadanía.

“La gente está muy nerviosa porque creen que este tipo hará cualquier cosa para mantenerse en el poder”, dijo el representante demócrata Mark Pocan a la revista “Time”.

Además, el ejército de seguidores de Trump ya ha comenzado a intimidar a sus rivales. No se trata del patrullaje con armas en las calles que hemos visto desde junio, sino intimidación al sistema demócratico. El fin de semana un autobús de la campaña de Biden fue rodeado por camionetas de partidarios de Trump que buscaron sacar al vehículo de la carretera. Y un grupo de seguidores del presidente fueron a manifestarse frente a la casa del fiscal general, William Barr, por “no hacer lo suficiente para encerrar a Biden”. No son unas elecciones simples entre un candidato u otro, también es la prueba de fuego para que los estadounidenses salven su democracia.

Entre hoy y mañana habrá un diluvio de informaciones y de enfoques distintos. Pero lo que debe mantener en su cabeza son los escenarios propios de esta noche.

¿Cuándo sabremos el ganador y en dónde tenemos que fijarnos?

Lo más seguro es que no lo sabremos este martes. El conteo de votos podría tardarse uno, dos días o incluso semanas. Pero hay algo que nos ayudará a determinar qué tan rápido sabremos los resultados: Florida.

Este estado no es tan decisivo para determinar al ganador como lo es Pensilvania, donde habrá que fijarse especialmente. Sin embargo, nos indicará el tiempo con el que podremos conocer el resultado. Es un estado que cuenta sus votos generalmente rápido, a diferencia de los estados claves que están en el Rust Belt (Michigan, Wisconsin y Pensilvania).

Si los medios llaman a Florida para Biden sobre la medianoche, esto significa que Trump ha perdido casi todas las posibilidades de ser reelegido. Ahora, si los medios llaman a una victoria del republicano en Florida, todos los ojos se pondrán sobre el Rust Belt, donde el conteo es más lento, y podrían tenernos ahí por horas e incluso días esperando.

Todos los ojos puestos en Fox

Ese llamado de los estados que realizan los medios es vital para el buen ejercicio de estas elecciones, y por eso la cadena Fox News nunca había sido tan importante.

Los resultados pueden variar debido a la gran cantidad de votos anticipados que se han emitido: antes del domingo, 90 millones de estadounidenses habían votado o por correo o de forma presencial, pero anticipada. Esos votos por correo comenzarán a contarse desde el martes en algunos estados, lo que significa que primero se contarán los votos presenciales de los votantes de ese día. Y la historia nos indica que quienes usan el mecanismo de voto por correo son en su mayoría demócratas.

Esto nos dice que en la noche del martes podríamos ver en un principio una tendencia favorable a Trump, pero porque no se han contado todos esos votos por correo. La tendencia puede cambiar, y al otro día podríamos tener a Biden a la cabeza. No quiere decir que esto sea un fraude, sino que es un proceso lento.

Ahora, Fox, que es el medio que consulta la base electoral de Trump, tiene la máxima responsabilidad de no anunciar un resultado antes de tiempo. Si a la medianoche ve que el presidente está liderando el conteo, debe ser prudente y esperar a que la tendencia sea lo suficientemente marcada para llamar a ese estado con una victoria roja. Si Fox anuncia como ganador a Trump y luego el resultado cambia por lo que explicamos, esto conllevaría a una profunda sensación de angustia entre los votantes republicanos, la cual Trump aprovecharía para insinuar que hubo fraude.

Afortunadamente, esta responsabilidad recae en Arnon Mishkin, el director del “escritorio de decisiones” de Fox, la mesa responsable de decir cuándo y quién ganó las elecciones.

Mishkin opera de forma independiente como consultor. Su equipo no ha sido tocado por Rupert Murdoch ni ha podido ser interferido por la influencia de Trump en el canal. Hace unas semanas, cuando The New York Times lo perfiló, aseguró que su labor es inquebrantable y que nadie pondrá un dedo sobre la balanza para inclinarla hacia un lado. En sus manos está todo.

¿Qué pasa si gana Biden? ¿Cómo ganaría?

Recuerden: obtener la victoria en el voto popular no importa, y es casi seguro de que Joe Biden la consiga. Ahora, el demócrata puede ganar si mantiene los estados que votaron por Hillary Clinton en 2016 y, además, consigue una serie de victorias en línea en entre cuatro y cinco de los diez estados bisagras, siendo Pensilvania, Michigan, Wisconsin y Arizona los más favorables para él, según las encuestas. Pero ahí no acaba todo.

Estas son unas elecciones generales, y los escaños del Senado serán vitales para el futuro del gobierno. Si Biden gana, y los republicanos mantienen el Senado, estos podrían obstaculizar su agenda de gobierno por lo menos en los próximos dos años. Si los demócratas ganan la Casa Blanca, el Senado y además mantienen su mayoría en la Cámara de Representantes (la cual no está en mucho riesgo) significa un gobierno completamente azul que podría comenzar a deshacerse de las políticas y medidas tomadas por Trump en cuatro años.

¿Cómo ganaría Trump?

Trump está a la defensiva, pero todavía puede ganar si conserva su ventaja que tuvo en el mapa en 2016. No puede darse el lujo de perder estados como Florida y Pensilvania al tiempo. Ahora, si gana, y los republicanos sostienen su mayoría en el Senado, significaría una continuación del proyecto actual de gobierno. Pero si los republicanos pierden la mayoría, esto traería una paralización del gobierno en Washington. Todo dejaría de funcionar correctamente, lo cual no es bueno ni para el país ni para el mundo.

¿Qué pasa si Trump no reconoce su derrota?

Simple: no lo sabemos, y esto es porque nunca ha pasado un hecho así, por lo que no hay precedentes. Habría que inventarse uno. Probablemente no veremos una transferencia pacífica del poder por primera vez en la historia. La Constitución no asegura eso, lo supone. Todos esos vacíos que hay podrían ser aprovechados por el actual presidente.

Lo que es seguro es que traería mucha discordia y problemas para el proceso electoral. Los expertos advierten que Trump hará todo lo posible por mantenerse en la Oficina Oval y aprovecharía la incertidumbre que él mismo genere para quedarse ahí. Los resultados, si Trump sigue este camino, podrían acabar en los tribunales, por ejemplo.

¿Qué pasa si las elecciones terminan en los tribunales?

Las elecciones de 2000, entre Al Gore y George W. Bush, también fueron muy disputadas y acabaron en la Corte Suprema. Gore reconoció la victoria de Bush en la noche electoral, pero luego cambió su posición y pidió un recuento en Florida, el estado que lo cambió todo. Se dice que la Corte decidió la contienda al no exigir los resultados. El historiador Barton Gellman recuerda en “The Atlantic” que fue más el hecho de que Gore decidió no seguir peleando pensando en “la unidad del pueblo y la fuerza de la democracia estadounidense”. Tenía munición para gastar, dice Gellman.

Muchos expertos, como Gellman, señalan que ese recuento de las elecciones de 2000 podrían ser un presagio para lo que ocurra ahora en 2020. Trump podría pedir un recuento en estados como Pensilvania, y aquí es importante señalar que el presidente ha puesto a muchos jueces republicanos en las cortes federales tanto de estados claves como en la Corte Suprema. Es como si contara con el juez central y los de línea en un partido de fútbol. Sobre lo que ellos puedan hacer no podemos decir algo concreto, pues no somos futurólogos. Solo hay que aclarar que serían decisiones que cambiarían la historia del país para siempre, y hay que mostrar el peso de Trump en estas decisiones.

¿Qué pasa si hay un empate en el Colegio Electoral?

Lo diré de la manera más sencilla: gana Trump. En caso de que haya un empate a 269 votos en el Colegio Electoral, que es muy difícil pero puede pasar, la Cámara de Representantes será la que decida al ganador. En este momento hay una abrumadora mayoría demócrata de 232 sillas por 197 ocupadas por republicanos. Pero como todo el sistema es complejo, la Cámara no elige por voto absoluto, sino que vota por delegaciones, y ahí Trump tiene la ventaja.

Un ejemplo: Wyoming tiene un representante, es decir, una delegación. California tiene 53 representantes, o sea, otra delegación. Así es este sistema. En el mapa, Trump consiguió 30 estados, es decir, 30 delegaciones que votarían por él en este escenario. Biden no tendría tantas. Clinton consiguió 20. Esta sería una nueva manera en la que los demócratas perderían por voto popular.

Finalmente, hay dos claves para todos en estas elecciones: paciencia y prudencia. Nada más.

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Manuel(66071)03 de noviembre de 2020 - 04:16 p. m.
Parece que los gringos son más ingenuos que los antioqueños que le comen cuento a los uribes y su cuadrilla ando les hablan de castrochavismo . De razón cuando Trump les dijo que tomaran cloro para combatir el coby muchos murieron por hacerle caso. Ahora los asustan con castrochavismo a la gringa para combatir a los democratas!Ojalá ganen los D para que sus jueces juzguen al innombrable.
Manuel(66071)03 de noviembre de 2020 - 02:55 p. m.
Ojalá ganen los demócratas para que de una vez por todas procesen al innombrable en EUA.
Manuel(9808)03 de noviembre de 2020 - 01:12 p. m.
Hoy se define la suerte y la verdad sobre la democracia. Hasta este momento la he creído una entelequia.
Lorenzo(2045)03 de noviembre de 2020 - 10:02 a. m.
No se equivocaron Jesús Martín Barbero, ni Carlos Monsiváis ni Néstor Canclini -científicos en ciencias de la comunicación de masas- hace 35 años al afirmar que novelas y cine tratan de ser "realistas" en sus historias (stories); mientras radio y tele noticieros, periódicos y semanarios -con sus ostentosos leads- apelan a una narración especulativa pero ante todo espectacularizante (show business)
Santiago(13232)03 de noviembre de 2020 - 08:11 a. m.
Quién tradujo, google o qué? es la típica traducción palabra por palabra que pierde sentido en los casos de expresiones idiomáticas. Por ejemplo: "si los medios llaman a Florida para Biden" no tiene sentido; lo correcto sería: "si los medios proclaman ganador a Biden en Florida". Solo faltó decir que esta es la tercera vez que Biden "corre para presidente", o que Trump "corre como incumbente.."
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