Liberación de Leningrado: Putin conmemoró a las víctimas

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, le llevó flores a una fosa común, donde se presume de acuerdo con documentos oficiales, yace los restos de su hermano.

Foto: Agencia EFE

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, rindió hoy homenaje a la memoria de los héroes y de las víctimas del bloqueo por parte de los nazis en la ciudad de Leningrado, de cuya ruptura se cumplen hoy 78 años.

Putin realizó una ofrenda floral en el cementerio memorial Piskarióvskoe de San Petersburgo, donde yacen los restos de 420.000 habitantes de esta ciudad, quienes murieron durante el bloqueo. Además también fallecieron más de 70.000 personas que defendían la ciudad.

El mandatario ruso dejó flores junto a una fosa común, donde, según documentos oficiales, yacen los restos de su hermano mayor, Víctor, quien falleció de niño durante el asedio de Leningrado.

En su momento, Putin develó que su hermano fue separado de sus padres y trasladado a un orfanato por las autoridades soviéticas para salvarlo de la hambruna que padecieron los habitantes de la ciudad. Putin, quien nació en 1952, durante la posguerra, admitió que no fue hasta el 2014 que supo dónde se encontraban los restos de su hermano.

El Ejército nazi, que invadió la Unión Soviética el 22 de junio de 1941, encerró a Leningrado el 8 de septiembre del mismo año y lo mantuvo bloqueado durante 871 días.

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El propósito de los nazis durante la invasión de esta ciudad fue que los ciudadanos murieran de hambre y lo lograron. Durante esos dos años, el canibalismo fue una práctica común. Los reportes de estos hechos varían entre 1.000 y 2.000 casos. Sin embargo, comer gente llevó a ejecuciones rápidas. El ejército alemán no permitía apelaciones.

Leningrado, que pudo retornar a su anterior nombre de San Petersburgo, sufrió un destino cruel entre los años de 1941 y 1944. Esta ciudad, ubicada a la orilla del río Neva, tenía un total de 2,5 millones de habitantes al comienzo del bloqueo, incluyendo a 400.000 niños. Durante los días de esta invasión murieron más de un millón de personas, en su mayoría por hambre, de acuerdo con la Deutsche Welle.

Las tropas soviéticas lograron ingresar a Leningrado el 18 de enero de 1943, aunque no pudieron liberar completamente la ciudad hasta el 27 de enero de 1944. En el bloqueo de Leningrado murieron más de 300.000 soldados soviéticos.

Por muchos años lo acaecido en Leningrado fue casi borrado de la consciencia alemana y del mundo, gracias a la notabilidad de la Batalla de Stalingrado. Los crímenes que allí ocurrieron fueron ignorados hasta la década de 1980.

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Desde que acabó la Segunda Guerra Mundial, los habitantes de Leningrado crearon un museo para rememorar sus experiencias durante la guerra. No obstante, Joseph Stalin, el líder de la Unión Soviética, ordenó su destrucción en 1948, tres años después. Además, mandó a asesinar al director del museo y quemó los artefactos y las exhibiciones. Fue hasta que 1989 que la ciudad pudo reabrir este museo.

Uno de los sobrevivientes del asedio a esta ciudad, Daniil Granin, un escritor ruso, en el 2014 habló ante el Bundestag, la sede del parlamento alemán, y explicó que por mucho tiempo no pudo perdonar a los alemanes por esperar a que la ciudad se rindiera, para él fue deshonroso que en vez de enviar soldados hubieran enviado hambre, según la Deutsche Welle.

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