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Boris Johnson es un hombre que divide: para unos es un político carismático, pero para otros (la mayoría) un simple bufón. El exministro de Exteriores y hoy el más firme sucesor de Theresa May, quien renunció al cargo de Primer Ministro al no lograr un acuerdo para que su país saliera de la Unión Europea (como ordenó un referendo de 2016), fue protagonista de un incidente doméstico que despertó muchos rumores.
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Según informó el periódico The Guardian, la policía tuvo que acudir a la casa que Johnson comparte con su novia Carri Symonds al sur de Londres, luego de que los vecinos llamaran alertando sobre un altercado con gritos y golpes.
Sigue a El Espectador en WhatsAppUno de los vecinos aseguró al periódico inglés que las voces sobrepasaban las paredes. "Era una mujer que le gritaba a Jonhson", señaló. El político conservador, reconocido por su despeinado pelo rubio y su bicicleta, está en el centro de atención por estos días pues arrasó en la elección interna entre los diputados conservadores para el liderazgo "tory", después de prometer que ejecutará el "brexit" el próximo 31 de octubre, con o sin acuerdo con Bruselas.
Con o sin acuerdo
Johnson, de 55 años, se separó de su segunda esposa, Marina Wheeler, con quien estuvo 25 años casado y con quien tuvo cuatro hijos. Antes se había casado con Allegra Mosty-Owen y es conocido un largo historial de amantes.Se mudó a vivir con Carrie Symonds hace un año, un mes después de anunciar su divorcio. Y desde entonces vive con Symonds, de 31, a quien le atribuyen la nueva imagen del político, que ha perdido peso y se muestra más pulcro en su aspecto.
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Symonds fue la directora de relaciones públicas del Partido Conservador, y una de las coordinadoras de la campaña del candidato, que se medirá con el titular del Foreign Office Jeremy Hunt en las "primarias" que se le celebrarán en julio. El primer debate entre ambos se celebra este sábado Birmingham.
Un vecino que habló con la prensa dijo que había escuchados gritos y que tuvo que llamar tres veces a la puerta de la pareja, pero que nadie respondió. Por eso decidió llamar a la policía. Ella le gritaba a su compañero que "había arruinado un sofá con uina mancha de vino" y lo llamaba "consentido". "No te importa el dinero ni nada", le reclamaba, según el vecino.
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Scotland Yard negó en principio el "altercado", después sacó un comunicado relatando que habló con los ocupantes del inmueble. "No se cometieron ofensas ni había motivos de preocupación para los agentes", dijeron luego en un comunicado. Y reinteraron: "No hizo falta la acción policial".
Con fama de histriónico y un sentido del humor que hace reír hasta a sus más exacerbados enemigos políticos, Johnson es el típico "tory": partidario del Estado pequeño y de la mínima intervención estatal en los sectores de la sociedad.
Polémico y tachado de racista por hacer comentarios inapropiados, como cuando comparó a las mujeres que llevan "burka" con buzones de correo, también fue acusado de haber supuestamente mentido en la campaña del "brexit" al decir que su país asignaba al club comunitario casi 400 millones de euros a la semana.