A un mes de la desaparición de Khashoggi ¿qué ha pasado?

El periodista saudita, Jamal Khashoggi, cumplió un mes desde su asesinato. Sin embargo, sus restos aún no han sido encontrados y pareciera que el suceso (que aparentemente salpica altos mandos del gobierno saudita) quedó impune.

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- EFE
02 de noviembre de 2018 - 08:14 p. m.
Puerta del Consulado saudita en Estambul.  / EFE
Puerta del Consulado saudita en Estambul. / EFE
Foto: EFE - SEDAT SUNA
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Un mes después de la desaparición en el consulado de su país en Estambul del periodista saudita. Jamal Khashoggi, los detalles escabrosos que siguen conociéndose sobre el crimen y el rechazo en el exterior no parecen pasar factura a la familia real ni al príncipe heredero, Mohamed bin Salman.

Los días que transcurrieron entre el 23 y el 25 de octubre no fueron fáciles para la familia real saudita.

El foro Future Investment Initiative (FII), el llamado "Davos del Desierto", el momento de la puesta de largo del Gobierno saudí ante los inversores de todo el mundo sufrió un masivo boicot de figuras del mundo de la política y los negocios.

Las autoridades saudíes tuvieron que escuchar a ministros extranjeros y representantes de organismos internacionales repudiar públicamente el asesinato de Khashoggi, un periodista saudí crítico con Riad.

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El caso llevó al arresto de 18 personas de las que apenas se sabe nada y a la destitución de dos jefes de inteligencia.

En España, el Congreso de los Diputados fue escenario de un debate sobre la continuidad de los contratos de armas con Arabia Saudí, algo que apoyó el Gobierno; y en Francia, el presidente, Emmanuel Macrón, salió del trance afirmando que querer vincular el comercio de armamento con Riad y el crimen era "demagogia".

En Washington, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recordó que había medio millón de empleos en juego y un negocio de más de 100.000 millones de dólares.

Al final, salvo Alemania, la mayoría aguantaron la situación.

"Estas acciones mandan el mensaje de que el dinero saudí es más importante que la sangre de los ciudadanos saudíes y de los ciudadanos de esta región", indicó a Efe el analista Timothy Kaldas, del Instituto Tahrir para Oriente Medio.

Kaldas cree que un mes después del asesinato de Khashoggi no hay consecuencias y sí una sensación de impunidad.

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Lamentó que a pesar de la "obvia insensatez" del príncipe heredero, Mohamed bin Salman, en la toma de decisiones y acciones los países occidentales hayan abrazado la tesis de que Arabia Saudí es un "pilar de estabilidad" cuando en realidad "es un factor de desestabilización regional".

El último en defender ese argumento ha sido el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

"Lo que pasó en el consulado de Estambul fue horrendo y debe ser tratado, pero al mismo tiempo digo que (Arabia Saudí) es muy importante para la estabilidad de la región y del mundo", dijo el jueves Netanyahu, subrayando que "el problema principal es Irán".

En este momento la mayor presión para el Gobierno saudí está en la guerra en Yemen, un conflicto que ha generado toda suerte de denuncias de organizaciones no gubernamentales y agencias de la ONU, que la han calificado como la "mayor catástrofe humanitaria en el mundo".

Esta semana el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, pidió a las dos partes: la coalición que encabeza Arabia Saudí en apoyo al Gobierno yemení y los rebeldes hutíes chiies respaldados por Irán, que se sienten a negociar.

"Ojalá al menos este conflicto pueda terminar", dijo Kaldas.

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No se mostró tan convencido de ello Haizam Amirah-Fernández, analista del Real Instituto Elcano, para quien el conflicto en Yemen podría acabar "de un minuto para otro" si Washington dejara de apoyar logísticamente a Riad.

"Hasta que no paren las operaciones militares lideradas por Arabia Saudí son palabras que se lleva el viento", dijo.

Para Amirah-Fernández "un mes es poco tiempo para sacar conclusiones" sobre lo que ha supuesto para el Gobierno saudí el caso Khashoggi pero en el corto plazo hay sensación de "impunidad".

Sin embargo, en su opinión, en el largo plazo la sensación es que hay una "corriente de fondo con consecuencias".

(Ver más: Acusaciones en caso Khashoggi implican al príncipe heredero saudita, según prensa turca)

El panorama apunta a que la imagen del reino ha quedado severamente tocada, y la palabra de Arabia Saudí, tradicionalmente tomada en serio, ya no es fiable, como tampoco lo es el príncipe heredero, dijo.

Y en medio de esta situación, Turquía sigue siendo una gran incógnita con una investigación en marcha que parece no terminar de arrojar nunca nuevas revelaciones y estar lejos de terminar.

"Turquía sigue presionando a Arabia Saudí, así que me parece que la pregunta que tenemos todos es qué es lo que los turcos esperan conseguir para quedar satisfechos", se preguntó Kaldas.

Por - EFE

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