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Al menos 3.603 personas desplazadas, 606 viviendas afectadas y 23 comunidades incomunicadas es el resultado de las intensas lluvias de los dos últimos días sobre República Dominicana causadas por un disturbio tropical,según informaron hoy autoridades de socorro.
Las precipitaciones causaron inundaciones en toda la región este y parte del noreste del país, informó el Comité de Operaciones de Emergencias (COE), que sumó daños sufridos por dos puentes, una subestación eléctrica y un hospital.
La situación mantiene en alerta a 18 de las 32 provincias dominicanas, siendo la más afectada la de San Pedro de Macorís (este), donde las aguas mantienen cortada la comunicación terrestre con varias localidades, además de que decenas de viviendas resultaron anegadas.
El COE agregó que todos los desplazados se encuentran refugiados en casas de familiares y amigos, y que se espera que hoy las lluvias empiecen a ceder, aunque se mantiene el riesgo de inundaciones debido al gran caudal recibido por ríos, arroyos y cañadas.
En San Pedro de Macorís, el caudaloso río Soco se desbordó a su paso por el municipio de Ramón Santana impidiendo el paso por el puente La Base e incomunicando las poblaciones de Cabeza de Toro, Lima, Concho Primo, Atilano 1 y 2.
Las lluvias también causaron estragos en decenas de viviendas de sectores populares de la ciudad de San Pedro de Macorís, al igual que las provincias vecinas de El Seibo y Hato Mayor (este).
Las autoridades informaron, asimismo, que en el municipio de Pedro Brand, provincia Santo Domingo, fueron rescatados tres personas, entre ellas un niño de 10 años, cuyo vehículo todo terreno fue arrastrado por las aguas del río Isabela cuando intentaron cruzarlo.
Mientras, en la provincia Monte Plata (sureste), el desborde del río Ozama inundó por completo la comunidad de Mata Los Indios.
Entre las medidas tomadas por las autoridades de socorro, figura la prohibición de navegación para las frágiles y pequeñas embarcaciones en la bahía de Samaná (noreste) y costa del Atlántico (norte), debido a olas anormales, mientras que en la costa del mar Caribe (sur), deben de navegar con precaución sin aventurarse mar afuera.
Los residentes en zonas de alto riesgo que habitan próximo a ríos, arroyos y cañadas deben de estar atentos y tomar medidas de precaución necesarias ante posibles crecidas e inundaciones repentinas, advirtió el COE.