Debido a la edad y a la cantidad de veneno, Luzinete Farias de 83 años, no resistió a las casi 2.000 picaduras que recibió, de acuerdo con versiones de la nieta Taily Terena y los médicos que la atendieron y recogidas este domingo por el diario Correio Brasiliense.
El hecho se registró el viernes en una zona residencial de Brasilia cuando la mujer pasaba junto a un árbol que estaba siendo podado mientras regresaba del supermercado a su casa.
Además, en un área rural de Maquiné, Rio Grande do Sul, en el litoral sur de Brasil, un grupo de jóvenes que practicaba rapel (descenso con cuerda) la tarde del sábado fue atacado por los insectos.
"En total son siete víctimas, dos salieron del lugar por cuenta propia" para pedir ayuda, señaló el mayor Lisboa, del grupo policial de rescate aéreo al diario Zero Hora.
Dos de los jóvenes no resistieron el ataque, y los otros tres heridos fueron evacuados este domingo del lugar vía aérea hacia un hospital cercano.