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Por lo menos 15 perros fueron sacrificados por orden del Consejo de Bourke Shire, en Nueva Gales del Sur (Australia), luego de una mala interpretación de las medidas de restricción por el Covid-19 en el país.
Según el Consejo de Bourke Shire, la decisión de dispararle a los 15 perros se tomó para evitar que los voluntarios de un refugio de animales con sede en el área de Cobar, un pueblo cercano a Bourke Shire, viajaran por el estado a recoger los animales, exponiéndose a contagiarse de Covid-19 y a contagiar a otros.
El Consejo tenía serias preocupaciones sobre la entrada de otras personas a la comunidad. Interpretó las reglas de “quedarse en casa” impuestas por el Gobierno con extrema severidad, y por eso buscó evitar el desplazamiento de los voluntarios. Esta explicación ha sido ampliamente criticada por los defensores de los derechos de los animales.
“Estamos profunda y completamente consternados por este insensible acto, y rechazamos totalmente las inaceptables justificaciones del Consejo que sugiere que este asesinato aparentemente se llevó a cabo como parte de un plan para detener el Covid”, dijo Lisa Ryan, directora de la campaña Animal Liberation.
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La Oficina de Gobierno Local (OLG), una de las agencias de vigilancia del Gobierno, ya abrió una investigación para determinar si el Consejo violó las leyes de prevención de la crueldad animal. En 1998, el gobierno de Nueva Gales del Sur adoptó una ley con la que se busca evitar el sacrificio de animales en refugios.
“Antes de destruir un animal confiscado, deben considerar si existe una acción alternativa”, señala la ley.
Por otro lado, los refugios de animales han adoptado estrictos protocolos de sanidad para continuar operando durante la pandemia. Además, el personal que trabaja en los refugios era considerado como “esencial”, pues presta servicios de bienestar, cuidado y alojamiento de animales.
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Durante la pandemia de coronavirus, se ha visto un considerable aumento en la adopción de perros y gatos motivado por la soledad por la que pasan los australianos durante el encierro. El propio gobierno estatal ha difundido campañas para considerar la adopción de animales domésticos antes que la compra de estos.
Australia ha visto recientemente un aumento de casos de Covid-19, lo que ha encendido de nuevo las alarmas en el Gobierno. Las áreas rurales, como a la que pertenece Bourke Shire, son objeto de gran temor debido a que allí residen poblaciones con mayores problemas de salud y donde, además, los médicos escasean.
El primer ministro australiano, Scott Morrison, señaló el pasado domingo que la variante Delta se está propagando con velocidad, pero insinuó que las medidas más estrictas estarían a punto de terminar.
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