El vuelo MH370 entre Kuala Lumpur y Pekín desapareció el 8 de marzo. Poco después de despegar, el avión cambió radicalmente de ruta, girando hacia el oeste y después al sur, en dirección del océano Índico donde habría caído por falta de combustible. Esa fue la última versión que recibieron los familiares de los 239 pasajeros que iban a bordo de la aeronave desaparecida sin dejar rastro. "Cada día es una tortura, pero hoy sufrimos todavía más", decía entre lágrimas una mujer de 55 años de nombre Zhang que perdió a su hija en la catástrofe. Según varios testimonios, allegados de los pasajeros fueron detenidos y golpeados este verano, entre ellos dos menores de seis y cuatro años, tras una manifestación ante las oficinas de Malaysia Airlines en Pekín. "No comprendemos. Somos simplemente ciudadanos comunes", se quejó Dai Shuqin, un obrero de 61 años cuya hermana y su familia viajaban en dicho vuelo. En Malasia, Selamat Umar, 60 años, cuyo hijo Mohamad Jairul Amri estaba en el avión, confesó que "se me rompe el corazón que sigamos sin tener informaciones sobre el paradero del MH370. Mi espíritu no está tranquilo". Las preguntas que siguen sin resolver.
¿En qué va la investigación?
La autoridades malasias que dirigen la investigación siguen buscando problemas mecánicos, los cuales habrían provocado que los pilotos cambiaran la ruta. Sin embargo, también se enfocan en potenciales "factores humanos" entre la tripulación, particularmente los pilotos. Han contemplado desde secuestro y sabotaje hasta problemas psicológicos. Sin embargo, no han encontrado, hasta ahora, nada que confirme ninguna versión.Un reporte presentado en junio por la Oficina de Seguridad y Transporte de Australia dijo que el escenario más probable es una caída súbita del nivel de oxígeno en el aparato que dejó a la tripulación y a los pasajeros inconscientes (hipoxia). El avión habría seguido volando en piloto automático hasta que cayó al mar, debido a la falta de carburante. Según el periódico inglés The Guardian, la versión, incluso si es correcta, no arroja luces sobre la desviación del avión de su ruta –se regresó a través de la Península de Malasia y luego en dirección sur–. Otros investigadores señalan que la desviación fue deliberada: los sistemas de comunicación parecían haber sido deshabilitados momentos antes de su repentino desvío.
Otras hipótesis
¿Sigue la operación?
Australia, como país más próximo a la supuesta zona del accidente, y Malasia empezarán este mes una nueva fase de búsqueda submarina del aparato en un área de unos 60.000 kilómetros cuadrados y situada a unos 1.800 kilómetros al oeste de la ciudad australiana de Perth."Nuestro reto ahora es acotar un área prioritaria dentro de esta zona más extensa para iniciar la búsqueda con objeto de hallar el avión lo más pronto posible", expresó Judith Zielke, la directora interina del Centro de Coordinación de Agencias Conjuntas (JACC), la unidad que coordina la búsqueda, a la cadena australiana ABC. El lugar donde se buscará está algo más al sur de donde se buscó en junio y julio. La búsqueda con ayuda de sonares tiene como objetivo preparar el terreno de la próxima fase de las búsquedas submarinas que deberían reanudarse en el curso de este mes. Un perímetro de 60.000 kilómetros cuadrados ha sido acotados. El primer ministro australiano, Tony Abbott, estuvo este fin de semana en Kuala Lumpur para reunirse con sus interlocutores malasios, e informó que la nueva fase de exploración se iniciaría en "unas dos semanas".
¿Qué pasó con la aerolínea?
El 17 de julio, otro Boeing de Malaysia Airlines, que volaba de Amsterdam a Kuala Lumpur, explotó en pleno vuelo, abatido, al parecer por un misil cuando sobrevolaba espacio aéreo de Ucrania con 298 personas a bordo, de ellas 193 holandeses. El segundo accidente en seis meses dejó abultadas pérdidas y provocó que el gobierno tuviera que rescatar la aerolínea bandera de Malasia. El pasado 29 de agosto, la sociedad de inversión estatal Khazanah Nasional anunció un importante plan de ajuste económico de 12 puntos para rescatar a la compañía aérea.El descenso de usuarios, la fuerte competencia de otras aerolíneas y la subida del precio del combustible, son algunas de las razones esgrimidas por la compañía, que en los últimos nueve años suma unas pérdidas acumuladas de 356.000 millones de ringgit (1.100 millones de dólares o 850 millones de euros).
La caída de las reservas de viajes a raíz de los siniestros, que la compañía cifra en un 33 por ciento de los asientos, precipitó las pérdidas en la primera mitad del año hasta los 750 millones de ringgit (236 millones de dólares o 182 millones de euros), detalló la compañía en la bolsa de Kuala Lumpur. "Si te caíste ayer, no te quedes en el suelo. Levántate lo más rápido que puedas", publicó el perfil de la compañía en su cuenta de Twitter dentro de su campaña publicitaria "Vuela Alto".