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Donald Trump ha pasado las últimas 72 horas agregando leña al fuego a la delicada tensión con el gobierno iraní. En su cuenta de Twitter, el presidente estadounidense advirtió el sábado que tenía fichados 52 lugares emblemáticos de la cultura de Irán para bombardeaos en caso de recibir represalias de ese gobierno por el asesinato del general Qasem Soleimaní el pasado 2 de enero. Trump eligió ese número, según dijo, en representación por los 52 rehenes estadounidenses que Irán tomó en 1979 en un episodio conocido como la “crisis de los rehenes” que fue retratada en la aclamada película Argo. Pero lo que Trump no ignora es que, en caso de bombardear estos lugares, su gobierno estaría cometiendo un crimen de guerra.
El secretario de Estado de EE. UU., Mike Pompeo, intentó reducir la tensión provocada por las amenazas del presidente declarando que cualquier acción militar estadounidense sería “coherente con el estado de derecho”. La Unesco recordó también el fin de semana que tanto Estados Unidos como Irán suscribieron las Convenciones de 1954 en las que se protegen los bienes culturales en caso de conflicto y también las de 1972, en las que se protege el patrimonio cultural y los países se “comprometen a no tomar deliberadamente ninguna medida susceptible de dañar el patrimonio cultural de los países signatarios”. Además, la Convención de Ginebra de 1949 prohíbe cualquier acto de hostilidad contra monumentos históricos. Las amenazas de Trump recordaron un poco a las cometidas por el Estado Islámico en el periodo de 2014 a 2015, cuando tomó objetivos culturales de carácter religioso en Irak y Siria. En ese caso, el EI cumplió con sus palabras y destruyó iglesias y tumbas bíblicas en estos dos países.
Las advertencias no sirvieron de nada. Trump continuó con sus amenazas. “Se les permite usar bombas en el camino y hacer estallar a nuestra gente. ¿Y no se nos permite tocar su sitio cultural”, preguntó el mandatario el domingo de manera retórica. “No funciona de esa manera”, se contestó.
“Las palabras son imprudentes y sin precedentes de un Comandante en Jefe”, aseguró Brett McGurk, exenviado especial de Estados Unidos para luchar contra el Estado Islámico en Medio Oriente bajo la administración de Barack Obama. “Las fuerzas militares estadounidenses se adhieren al derecho internacional. No atacan sitios culturales”, agregó. Le puede interesar: ¿Por qué EE. UU. decidió matar al general más poderoso de Irán?
Los expertos aseguran que la respuesta iraní frente al asesinato de Soleimaní es inevitable. Por otro lado, “en términos más generales, la amenaza ilustra la forma en que Trump piensa sobre la guerra con Irán y el mundo en general. El presidente parece creer, fundamentalmente, que las preocupaciones sobre los derechos humanos y el derecho internacional son restricciones inútiles para el poder estadounidense: que ganar conflictos requiere ser más duro y más brutal que sus oponentes”, escribe Zack Beauchamp, periodista de Vox. Pero ¿qué puede atacar Trump? Si bien la lista de objetivos del mandatario no es pública, estos son algunos de los lugares más emblemáticos que estarían en riesgo, según expertos.
Mezquita Shah Cheragh
‘Shah Cheragh’ se traduce al español como ‘Rey de la Luz’. Esta mezquita tiene en su interior un mausoleo con diseños geométricos de mosaicos con espejos que crean un espectáculo de luces único en el mundo.
Catedral de vank
La catedral de San Salvador fue construida por armenios que huían de las guerras otomanas en el siglo XVII y es considerada patrimonio mundial de la Unesco.
Puentes de Isfahán
Esta es una proeza de la ingeniería. Sirvió como presa y compuerta para controlar el río Zayanderud. También era un espacio de reunión pública.
Mezquita Sehik Lotfallah
Es una de las mezquitas más adornadas de la ciudad de Isfahan. Contiene algunos de los mejores mosaicos del mundo. El de la cúpula, dicen, se parece a la cola de un pavo real.
Santuario de Imam Reza
Esta es la mezquita más grande del mundo y uno de los sitios sagrados más importantes de todo Irán.
Pasargadae
Fue construida por Ciro el Grande, fundador del Imperio persa aqueménida.
Tumba de Daniel
Daniel es un profeta tanto en el islam como en el cristianismo. Esta, su tumba, es un sitio de peregrinación popular.
La ciudadela de Bam
Está considerada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Está hecha con barro moldeado.
Gonbad-e Kavus
Esta torre funeraria de 50 metros es otro ejemplo del trabajo iraní en ingeniería y estilo.