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Este viernes 26 de mayo, un hombre falleció después de ser atacado por 40 cocodrilos. Los hechos ocurrieron al norte de Camboya, en el sudeste asiático, específicamente en la aldea de Po Banteay, cerca de la ciudad de Siem Reap. El sujeto de 72 años era propietario de una granja en la que tenía un criadero de reptiles. Allí comercializaba las crías de estos animales.
Según indicó el portal de noticias Thmeythmey, el incidente ocurrió cuando el hombre trató de recoger los huevos dejados por una cocodrilo hembra, pero cayó al estanque donde estaban los animales y fue atacado. Las autoridades lograron recupera parte del cuerpo del hombre y lo entregaron a su familia.
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El jefe de la Policía local, Mai Samet, le dijo al medio camboyano que probablemente el hombre estaba tratando de arrastrar al cocodrilo lejos de los huevos con un palo para después cerrar la jaula y recogerlos sin peligro. “El cocodrilo atacó el palo, provocando que cayera en el recinto cerrado”, agregó el oficial.
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Al parecer, un primer cocodrilo le rompió el brazo y después, acompañado de los demás reptiles, le causaron lesiones en las extremidades y en el abdomen. La esposa del hombre lo vio y pidió ayuda para rescatarlo, pero ya era demasiado tarde para salvar su vida.
Casos de ataques de cocodrilos
Miles de cocodrilos son criados en cientos de granjas en Camboya, donde además de vender su piel para la fabricación de zapatos o cinturones, también se consume su carne. A menudo se trata de explotaciones con pocas condiciones de seguridad, lo que ha provocado accidentes similares a las del hombre de 72 años.
En junio de 2019, una niña de 2 años murió en la misma zona al ser devorada por cocodrilos de la granja de su familia. La madre de la menor de edad atendía otra de sus hijas, mientras la niña se acercó sin supervisión al área donde se encontraban los reptiles. Cuando el padre llegó a la casa no pudo encontrarla en ningún lado, hasta que halló parte de su cuerpo con los animales.
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¿Es legal que se tengan estos animales en cautiverio en Camboya?
El gobierno de ese país, a través del Departamento de Conservación Pesquera del Ministerio de Agricultura, tiene registrado más de 500 granjas de cocodrilos en todo el territorio. La tenencia de estos animales está permitida, el problema radica en las instalaciones poco seguras, el comercio ilegal y el uso que le dan a los animales. De acuerdo con Wildlife Alliance, “La combinación de la falta de cumplimiento de la ley, la facilidad de compra y una sanción desproporcionada proveen la tormenta perfecta para el creciente comercio de mascotas silvestres”.
Los cocodrilos siameses, propios de esta región de Asia, estuvieron al borde la extinción. Ahora las mismas granjas de explotación, que alguna vez generaron el descenso en la población de reptiles, se están convirtiendo en aliados para evitar la desaparición de la especie. Sin embargo, con medidas bajas de seguridad y un mal manejo de los criaderos, podrían ocurrir más casos fatales como el de la muerte de este viernes y la de la niña en 2019.