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El Grupo de Trabajo de la Organización de los Estados Americanos (OEA) para Abordar la Crisis de Migrantes y Refugiados Venezolanos en la Región sugirió definir a los venezolanos que huyen de su país como refugiados para que así se garantice su protección al derecho a la identidad y acceso a servicios.
David Smolansky, líder opositor venezolano y coordinador del Grupo de Trabajo de la Organización de Estados Americanos, le pidió a los Estados miembro de la organización que asisten a la cumbre en Medellín que, ante la crisis que se presenta en la región, acojan la declaración de Cartagena de 1984, en la que se señala que un refugiado es una persona que huye de su país. De acceder a ello se abriría el camino para que se reconozca a los migrantes venezolanos con el estatus de refugiados.
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“Sabemos que esta declaración no es vinculante, pero queremos que este informe sirva para crear una declaración que pueda crear un consenso regional para que al venezolano se le dé un estatus de refugiado”, dijo Smolansky, quien añadió que de los 460.000 venezolanos que hoy piden asilo solo a 21.000 se les ha permitido esta condición.
Durante la cumbre de la Asamblea General de la OEA que se celebra en Medellín, el Grupo de Trabajo Para Abordar la Crisis de Migrantes y Refugiados Venezolanos en la Región presentó un informe que analiza la crisis de migrantes y refugiados venezolanos sin precedentes en la región.
"Es la crisis más grande en la historia del hemisferio. Las venezolanas y venezolanos han dejado su país para sobrevivir. Somos conscientes y no podemos imaginar el dolor diario de las dificultades que enfrentan", dijo el secretario general de la OEA, Luis Almagro, encargado de presentar el documento este viernes.
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De acuerdo con el informe, la difícil situación humanitaria, política y económica que hay actualmente en Venezuela ha obligado a que cerca de 5 mil personas huyan a diario de ese país, “a pesar de no padecer un conflicto bélico ni una catástrofe natural”. Según las cifras entregadas, hay cuatro millones de migrantes y refugiados venezolanos, lo que convierte a esta situación en uno de los fenómenos dos fenómenos migratorios más grandes del mundo, por detrás de la migración siria. El grupo de investigación advierte que para final de 2019 la cifra será de 5 millones de migrantes, y para final de 2020 la cifra podría ascender a 8,2 millones de venezolanos en calidad de migrantes.
El documento insta a la comunidad internacional “a otorgarle una dimensión global a la crisis de migrantes y refugiados venezolana. No se le puede dar una visión regional ni mucho menos subregional al desplazamiento forzado de los venezolanos. A pesar de las dificultades que este episodio ha generado, este reto significa una inmensa oportunidad de integrar a millones que están deseosos de trabajar, estudiar e impactar positivamente en los países que los reciben”, afirma el texto.
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"Definir a los venezolanos que huyen de su país como refugiados les garantizará protección permanente con derecho a la identidad, acceso a servicios como la salud y educación, así como la oportunidad de insertarse en los mercados laborales. Hoy, aproximadamente 2 millones de venezolanos están en condición irregular o corren el riesgo de estarlo en el corto plazo”, cita el informe, que también sugiere la creación de una tarjeta de identidad regional para que los venezolanos puedan desplazarse de un país a otros sin mayores restricciones.
El gobierno colombiano fue uno de los primeros en pronunciarse sobre la publicación del informe. El canciller Carlos Holmes Trujillo insistió que frente a la situación venezolana Colombia “ha realizado grandes esfuerzos financieros y logísticos para acoger con solidaridad y fraternidad a los migrantes venezolanos que escapan”, pero dijo que la comunidad internacional “no puede permanecer indiferente”. Además, añadió que “la actitud de la comunidad internacional en otras crisis tuvo una respuesta mucho más generosa a aquella que se le da a este gigantesco desafío”.