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Vitali Klitschko lideraba a través del megáfono las protestas en Kiev, antes de la caída del presidente Víktor Yanukóvitch. Le decían el “Doctor Puño de Hierro”, porque fue campeón mundial de boxeo y tiene un doctorado en ciencias del deporte. Pero, como dirían los nacionalistas, con discursos y cantos no se hace la revolución. Tras bambalinas surgía un grupo muy eficaz para organizar la sublevación: proveían armamento, cuidaban las barricadas, distribuían alimentos, adoctrinaban a los voluntarios que se unían para luchar contra el gobierno prorruso, indignados por su negativa a firmar un pacto de asociación con la Unión Europea.
Esa organización se llama Pravy Sektor, “Sector de Derecha”. Durante los primeros días de protestas y disturbios corrieron por las redes sociales videos de centenares de jóvenes en las calles de Kiev que recibían entrenamiento en artes marciales y tácticas de combate y se preparaban para enfrentar a las autoridades con palos, bates de béisbol, cocteles molotov y armaduras improvisadas. El objetivo principal era proteger la Plaza de la Independencia, donde empezaron las manifestaciones en diciembre, y tumbar al gobierno “ocupante” de Yanukóvitch.
Durante esos días se sumaron más y más voluntarios de otras ciudades del país, se empezaron a utilizar armas de fuego en los disturbios, crecieron las cifras de muertos y heridos. La noche del jueves 20 de febrero, en la que murieron alrededor de 60 personas, Yanukóvitch huyó a Rusia y los opositores tomaron las principales sedes de gobierno en la capital ucraniana.
Sigue a El Espectador en WhatsAppAsí, Pravy Sektor logró su objetivo, pero ese fue sólo el comienzo de una lucha contra los nacionalistas del otro bando, los prorrusos, que empezaron a surgir en la península de Crimea y, después de que ésta declarara su independencia y se anexara a Rusia el 18 de marzo, en otras regiones del Este de país donde este mes se realizarán otros referendos.
Con la crisis de Crimea aumentó la indignación frente a Rusia, por eso Pravy Sektor creció y se supone que llegó a tener hasta 10.000 militantes. Se le sumó la Legión Rusa, compuesta por ciudadanos rusos que decidieron luchar contra el régimen del presidente Vladimir Putin, en respuesta al intervencionismo de su país.
El 23 de marzo, Pravy Sektor sufrió un duro golpe. Fue asesinado el principal coordinador de la organización, Alexánder Muzychko, más conocido como Sashko Bily, en una emboscada hecha por la policía en la ciudad de Rovno, al occidente del país. Muzychko era bien conocido por su radicalismo, por sus insultos, amenazas de muerte y ataques contra funcionarios estatales durante los disturbios en Kiev, y porque se negó a dejar las armas cuando llegó el nuevo gobierno al poder. “Pravy Sektor está armado y continuará armado mientras sea necesario”, manifestó a través de un famoso video, sosteniendo una ametralladora AK-47.
En su reemplazo, pasó a dirigir la organización un filólogo de 42 años llamado Dimitri Yarosh, que antes fue soldado del ejército soviético por obligación y, tras la disolución de la Unión Soviética, se unió como militante del Movimiento por la Unidad de Ucrania y otras organizaciones nacionalistas. Sobre él hay una orden de arresto emitida por Moscú, por supuesta incitación pública al terrorismo. Yarosh se dio a conocer durante las protestas dirigiendo el Tridente de Stepan Bandera, un grupúsculo asociado a Pravy Sektor. Desde entonces ya se sabía sobre sus aspiraciones de llevar a la política las exigencias de una revolución nacional, ajena tanto a la intervención rusa como al “liberalismo totalitario” de la Unión Europea.
Entre las primeras decisiones que tomó Yarosh estuvo dividir Pravy Sektor en un brazo militar y otro político. Ahora es candidato a las elecciones presidenciales del 25 de mayo, aunque tiene muy pocas posibilidades de ganar. Los sondeos indican que no llegaría ni al 1% de los votos. Ha dicho que si llega a la Presidencia se dedicará a limpiar las élites gubernamentales, el Ministerio del Interior, los servicios secretos y las fuerzas armadas, y a “extirpar la matriz oligárquica que estaba en la base del régimen de Yanukóvitch”.
Otra de sus decisiones fue trasladar la sede de Pravy Sektor a la región industrial de Dniepropetrovsk, en el Este del país, especialmente por la conveniencia económica que le puede traer la afinidad que hay entre el gobernador de esa región, Igor Kolomoiskiy, y los nacionalistas. Kolomoiskiy es un multimillonario ucraniano-israelí llamado por algunos “el Cazador de Prorrusos”, porque una de sus no muy diplomáticas tácticas contra los movimientos favorables a Moscú es ofrecer millonarias recompensas a quienes capturen miembros, armas o bienes de esas milicias. Kolomoiskiy, además, ha planteado la idea de contratar mercenarios extranjeros para combatir contra los “separatistas” e incluso invitó a la región a 150 efectivos de una empresa militar privada de EE.UU.
¿De dónde viene Pravy Sektor? La organización es considerada la rama más activa del Tridente, un grupo basado en los principios del cristianismo tradicional del país y en la ideología del nacionalismo ucraniano, que históricamente ha tenido a la Unión Soviética como principal adversario. La primera inspiración de Pravy Sector es la figura de Stepan Bandera, un líder rebelde del Ejército Insurgente Ucraniano (UPA) que luchó contra los soviéticos durante la Segunda Guerra Mundial y en la década de 1950. Bandera es el héroe de Dimitri Yarosh y varios movimientos nacionalistas en Ucrania lo consideran un mártir, un ícono de la lucha por la independencia del país.
Según un artículo del historiador Oleg Nemenski, Bandera fue encerrado por el Tercer Reich en 1944 en un campo de concentración. Cuando lo liberaron encabezó la lucha del Ejército Insurgente Ucraniano contra el Ejército Rojo y la administración soviética y luego colaboró con la inteligencia británica en Múnich, hasta que en 1959 fue asesinado por el agente del KGB Bogdán Stashinski, quien utilizó una pistola especial cuyo proyectil era una jeringa cargada con cianuro potásico.
A Yarosh y los integrantes de Pravy Sektor el gobierno ruso los llama fascistas, antisemitas. Sin embargo, varias veces han intentado desmarcarse de esas acusaciones. El 26 de febrero algunos de sus integrantes fueron a la Embajada de Israel para decirle directamente al embajador que rechazan el antisemitismo, el chovinismo y la xenofobia. En todo caso, no están muy de acuerdo con los homosexuales: “Soy cristiano y mi actitud es negativa hacia ellos. Entiendo que la gente con una sexualidad diferente tenga derecho a vivir como quiera, pero no acepto la propaganda de todo eso ni los matrimonios gays. Estamos a favor de la familia tradicional”, ha dicho Yarosh.
Además, los integrantes de Pravy Sektor han tratado de desligarse de otras fuerzas políticas del país que también son tildadas de fascistas. Por ejemplo del partido nacionalista Svoboda (Libertad), dirigido por Oleg Tiagnibok; del partido Batkivshchyna (Patria), encabezado por la ex primera ministra Yulia Timoshenko, y de la Alianza Democrática para la Reforma (UDAR), liderado por Vitali Klitschko, el famoso “Doctor Puño de Hierro”.