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El presidente ejecutivo del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), Luis Carranza, comunicó el martes su renuncia en respuesta a un supuesto interés de las delegaciones por politizar la actuación de la institución.
“Esta decisión responde a mi juicio, en parte, a mi negativa a ceder el interés de algunos países de interferir políticamente en las atribuciones que el Convenio Constitutivo le otorga al Presidente Ejecutivo para designar a sus colaboradores inmediatos”, señaló Carranza en un comunicado.
El funcionario denunció que la delegación de Argentina le solicitó “verbalmente y a través de mensajes escritos a principios de 2020” que designe como vicepresidente a “una persona que no reunía las condiciones para el cargo”.
Sin embargo, la periodista Andrea Bernal sugiere que otra pudo ser la razón de la dimisión del funcionario. La renuncia de Carranza llega un año antes de las elecciones en el organismo y en medio de las denuncias de acoso y abuso de poder dentro de la institución.
Hace unas semanas, El Espectador publicó un reportaje en el que se detalló las quejas por acoso y abuso en CAF. Funcionarios de alto nivel estarían extralimitandose y presionando a sus subalternos para conseguir favores personales. Las cartas de varios empleados documentaron las quejas contra algunos de los aliados de Carranza dentro de la institución.
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En octubre de 2019, Alejandra Claros Borda, quien trabajó por más de cinco años como analista política y coordinadora de secretaría en el banco, le remitió una denuncia al Comité de Integridad ética del CAF porque el secretario general, Víctor Rico, quien es boliviano al igual que ella, le pidió dos favores que incurrían en una conducta inmoral por uso abusivo del poder. Uno de estos era mediar ante la justicia boliviana para que favoreciera a su cuñado, acusado por corrupción en la Alcaldía de Cochabamba, pues ella conocía a Evo Morales porque fue jefa de su gabinete.
Carranza no mencionó las quejas por abuso y concluyó su comunicado expresando el orgullo que tenía por el éxito de la institución en materia de integración regional.
“Estoy convencido de que esta difícil decisión que estoy tomando ayudará a preservar la institucionalidad y evitará la politización de nuestra querida y tan necesaria CAF”, puntualizó Carranza.
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Fuentes cercanas le dijeron a este diario que la de Carranza no sería la única denuncia. Víctor Andrés García Belaunde, director de CAF en Europa, estaría empacando sus maletas para regresar a Lima con su carta de renuncia tras conocer la dimisión de Carranza.
Algunos miembros del Directorio pedirían la renuncia de los altos funcionarios de CAF que se vieron involucrados en este escándalo de abuso de poder, el cual la prensa está denominando “CAF-Gate”.