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Luego de que esta semana el vuelo LA800, operado por Latam, que cubría la ruta Sídney-Auckland, terminara en emergencia tras lo que la aerolínea describió como un “fuerte movimiento”, provocando heridas en varios pasajeros, el fabricante de aviones sugirió revisar los asientos de la cabina de los 787 Dreamliners.
Según lo documentó el Wall Street Journal, Boeing recomendó la inspección de las sillas de dichos aviones para buscar cubiertas sueltas en los interruptores, pues, funcionarios anónimos de la industria estadounidense, citados por dicho medio, indicaron que el incidente ocurrió luego de que una azafata que servía una comida presionara un interruptor en el asiento del piloto, empujándolo hacia los controles.
En un memorando emitido a última hora del jueves, al que tuvo acceso el periódico citado, Boeing comentó: “La investigación del vuelo LA800 está en curso y remitimos a las autoridades de investigación cualquier posible hallazgo. Hemos tomado la medida de precaución de recordar a 787 operadores un boletín de servicio emitido en 2017 que incluía instrucciones para inspeccionar y mantener los interruptores en los asientos de la cabina de vuelo. Recomendamos a los operadores realizar una inspección en la próxima oportunidad de mantenimiento”.
El pasajero Brian Jokat le dijo a CNN que se había despertado cuando el avión “cayó instantáneamente desde 500 pies”. Al aterrizar, mencionó que el piloto le dijo que los medidores “se quedaron en blanco” y que “durante ese breve momento no pudo controlar nada”. El vuelo transportaba a 263 pasajeros, además de nueve tripulantes de mando y de cabina. El movimiento hizo que 13 personas fueran trasladadas al Hospital de Middlemore. La aeronave aterrizó en Auckland a las 4:26 p. m., hora local, como se tenía previsto. El destino final del vuelo era Santiago de Chile.
Este incidente es un eslabón más en la crisis de seguridad que atraviesa Boeing, pues un panel de cabina se reventó durante un vuelo de Alaska Airlines, el pasado 9 de enero, en un avión 737 Max. Los reguladores dejaron en tierra 171 aviones de dicho tipo durante varias semanas y siguen las labores de inspección. El director ejecutivo de la compañía, Dave Calhoun, citado por The Guardian, reconoció que la organización se enfrenta a un “serio desafío” para recuperar la confianza de los funcionarios y las aerolíneas. Con respecto al más reciente incidente de Latam, agregó que “está lista” para apoyar una investigación sobre lo sucedido.
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