Dos "descuartizadores" del Clan del Golfo, condenados a 60 años de prisión

Cada tanto, las autoridades informan de hallazgos de caletas de armas pertenecientes al Clan del Golfo o de capturas de líderes regionales. Pero su jefe máximo, alias "Otoniel", sigue prófugo. / Ejército

Se hacían llamar Los Descuartizadores. Eran una estructura perteneciente al Clan del Golfo y se dedicaban a coordinar asesinatos en Córdoba, Antioquia y Bogotá. En la Costa, las autoridades llevaban años siguiéndoles el rastro. Dos de sus hombres, Héctor Mauricio Torres Torres, alias el Soldado, líder de esta organización y Alberto Restrepo Arias, más conocido como Hormiga, jefe de sicarios. En abril del año pasado, ambos fueron condenados a 60 años de prisión y, ahora, el Tribunal Superior de Sincelejo confirmó la sentencia. "(Es) la mayor condena que ha obtenido la Fiscalía General de la Nación contra integrantes de organizaciones criminales", resaltó el organismo investigativo.

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Según las pruebas que expuso el ente acusador ante los jueces, los hombres ejecutaron no menos de cinco homicidios entre 2009 y 2010. En una finca ubicada en la vía que de Montería conduce a Arboletes (Antioquia), el Soldado y Hormiga asesinaron, desmembraron y sepultaron a cinco víctimas, que fueron asesinadas, dijo el ente investigador, por señalamientos en su contra de ser parte de otra organización delincuencial con la que el Clan del Golfo se disputab a muerte el control de las rutas de narcotráfico: Los Paisas.

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De 2009 a 2011, Los Urabeños, como eran conocidos en aquel momento los integrantes del Clan del Golfo -y de pas Los Descuartizadores- libraban una guerra con los Paisas en Córdoba. Ese año se registraron más de 500 homicidios en el departamento. El conflicto que ahora envuelve al Clan del Golfo y los Caparros no ha cambiado mucho, el resultado sigue siendo una lucha sangrienta por rutas de narcotráfico en la que ninguna de las partes quiere ceder.  

Hace un año, el Juzgado Penal del Circuito Especializado de Sincelejo halló responsables a cuatro miembros de Los Urabeños -incluidos los dos jefes de Los Descuartizadores-, quienes operaban principalmente en Córdoba.  El soldado y alias Hormiga fueron condenados entonces a 60 años de prisión por homicidio agravado, desaparición forzada y concierto para delinquir agravado.

En ese momento también resultaron condenadas otras dos personas pertenecientes al círculo cercano de ambos hombres. Se trataba de Andrés Rivero Guzmán, alias Esteban, un exoficial de la Policía señalado de arreglar los asesinatos cometidos por la banda en Bogotá. Y Sindy Paola Contreras, alias La Pao -cuya madre también hizo parte del Clan del Golfo-, excompañera sentimental de el Soldado. El primero, de acuerdo con el fallo del Tribunal de Sincelejo, pasará 42 años en prisión. La segunda, 26 años y seis meses.  

La mujer era el señuelo de la organización: según estableció la Fiscalía, seducía a sus víctimas hasta llevarlos a donde la banda criminal que luego los asesinaba, descuartizaba y enterraba en una fosa común. Lucía Erótida Fuentes López, alias Doña Lucía, madre de La Pao, fue condenada a 10 años por el delito de concierto para delinquir y recuperó su libertad hace un año.

La desarticulación y condena de esta banda criminal se produjo gracias a labores investigativas de la Fiscalía de Bogotá y de Montería. Con anterioridad habían sido condenados Héctor Uribe, alias Muñeco, quien también era jefe de sicarios, a 60 años de prisión, junto al confeso descuartizador Carlos Humberto Agudelo Rodríguez, alias Caliche.