La suspensión del concejal Daniel Duque dejó al descubierto a nivel nacional las tensiones que coexisten desde hace años en la Alianza Verde en Antioquia. Mientras algunos de sus representantes apoyan al alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, otros le hacen oposición y lo tildan de entregar cuotas burocráticas a militantes del verde. El hecho ahondó aún más las marcadas diferencias dentro de la colectividad, que se profundizan por el posible aterrizaje de Sergio Fajardo al partido para buscar la presidencia en 2022. Sobre todo esto habló el senador Iván Marulanda. En entrevista con este diario, afirmó que las discrepancias son naturales al interior de las colectividades y reiteró que en la suya están trabajando para “construir unidad” y tener “claridad política” tanto en el escenario local, como de cara a las presidenciales.
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Después de la suspensión del concejal Daniel Duque, el tono del debate entre él y sus copartidarios escaló. Tan solo hace unos días le lanzó señalamientos al representante León Fredy Muñoz, y en ese mismo contexto, la senadora Angélica Lozano se refirió de forma sarcástica al director del partido en Antioquia. ¿Cómo están las cosas dentro del partido?
En Colombia, el concepto de democracia no ha tenido un desarrollo cabal. La libertad de opiniones en los espacios democráticos es un gran patrimonio, pero en Colombia, en vez de que ese patrimonio eleve el debate, lo convierte en un ambiente hostil, de agresión y peleas. Es un concepto arcaico de la política y en el país tiene una expresión dramática porque no se exponen ideas para vencer con argumentos sino que se trata de vencer al contrario, dominarlo y eliminarlo. Esto está lejos del verdadero escenario de la democracia y lo vivimos todos los días en todos los partidos acá.
En el partido verde no somos la excepción. Hay personas que piensan con ese criterio, pero es un tema para trabajar en la cultura democrática. Esto es importante para ponernos al nivel de la discusión, reconocer que existen puntos de vista diferentes y que estas no se diriman en los tribunales ni se judicialice la política.
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Pero en el caso específico de su organización política, ¿está delicada la relación entre sus militantes en el departamento?
En este caso, lo que ha ocurrido en Medellín es que dos concejales tienen puntos de vista distintos, con respecto a la administración del alcalde Daniel Quintero. Por mi lado, estoy de acuerdo con el punto de vista de Daniel Duque. Me parece que tiene razón en sus visiones sobre el desarrollo de la ciudad, en sus preocupaciones sobre cómo la administración municipal está llevando el manejo de las cosas. Creo que este joven ha hecho una tarea cívica importante. Los concejos municipales no tratan temas partidistas, ni siquiera temas ideológicos. Abordan temas cívicos, hablan del bienestar ciudadano.
Son diferencias marcadas las que conviven al interior del verde en ese departamento. ¿No le parece que este hecho acentúa y empeora esas grietas que vienen de años atrás?
El panorama del partido en Antioquia habla de que hay diferencias —siempre las ha habido— y se están tramitando. Esperamos hacerlo de la mejor forma, pero ¡qué tal que no hubiera diferencias! Solo en los partidos dogmáticos y autoritarios no hay discrepancias. No hay que ponerle drama a esto. Estamos buscando la manera de que ese trámite sea lo más tranquilo y democrático, porque se debate sobre cuestiones de política pública y ciudad. Los partidos y las ideas crecen en un ambiente de discusión y debate.
A parte de las fuertes discrepancias en torno a la gestión de Daniel Quintero, hay otro tema que divide a los paisas verdes: la posibilidad de que Sergio Fajardo aterrice en la Alianza Verde para buscar las elecciones de 2022. ¿Por qué cree que una facción de la colectividad es reacia a que Fajardo sea una opción presidencial verde?
Cuando llegó la noticia de que Sergio Fajardo quería ingresar al partido, las directivas de la colectividad anunciaron en una reunión en la que yo estaba presente esa voluntad y solicitud. De inmediato, yo manifesté que mi presencia no era oportuna, porque pertenecí a Compromiso Ciudadano y acompañé a Fajardo en el proceso de su gobernación. Me declaré impedido en esa discusión y, después de eso, no he participado en ninguna reunión al respecto. Entonces no sé qué está aconteciendo. Por esta razón quiero tener toda la distancia, prudencia y discreción.
Es sabido que la Alianza Verde tiene su fortaleza en Bogotá. Pero, en Medellín también mueve votos. Tanto así que cuentan con dos senadores de la región (Juan Luis Castro y usted), y un representante, que es León Fredy Muñoz,. En términos de la contienda electoral nacional que se avecina, ¿qué tan importante es que el verde en Antioquia esté unido de cara a las presidenciales?
Antioquia es un departamento clave en la economía, la política y en todos los aspectos del país. Y, naturalmente, para el partido este departamento es fundamental. En él tenemos una historia importante y debemos reivindicar toda la influencia que tenemos y que podemos alcanzar en Antioquia. Estamos trabajando en construir la unidad y la claridad política necesaria para que en las próximas elecciones tengamos una presencia robusta y definitiva acá. Es un propósito nuestro y lo vamos a lograr. Tenemos suficientes elementos para contar con esa certeza.
Si eso es tan clave, ¿cómo transar esas diferencias entre las dos facciones que están en conflicto en este momento?
Pienso que aquí hay unos caminos recorridos importantes. Seguramente, en la medida en que creemos coordinación y condiciones de respeto para la acción política, tendremos la posibilidad de que cada sector del partido de lo máximo que pueda para transar diferencias.
Hay temas en los que no tenemos coincidencias, eso es claro. Pero eso se concilia en la política y cada quien hace su esfuerzo para lograrlo. Esa suma de esfuerzos va a dar la expresión de importancia política del partido verde en Antioquia.