No desaparezca, presidente

Ana Cristina Restrepo Jiménez
30 de diciembre de 2022 - 05:30 a. m.

Presidente Gustavo Petro,

Usted y yo, un presidente de la República y una ciudadana, nos podemos alejar o acercar en diversas facetas de la vida, pero hay una en la que estoy segura de que coincidimos: el amor por los hijos.

Usted y yo, por circunstancias distintas, conocemos el dolor reiterado de ver a un hijo partir. No obstante, aun en la distancia, sabemos que están a una llamada telefónica, una publicación en redes sociales o un mensaje de WhatsApp. Un “Hola, pa” o “Quihubo, ma” devuelve el alma al cuerpo. Cuando se demoran en aparecer, es el infierno.

La memoria, siempre selectiva, tiene sus fijaciones: con el más leve estímulo al olfato, usted y yo podríamos reconocer el olor de la camisa de un hijo…

En Colombia existen 99.235 personas reportadas como desaparecidas en el contexto del conflicto armado. 90.088 continúan desaparecidas. Madres, padres y parejas se aferran a prendas sin lavar de sus amores para preservar su olor, su último rastro sobre el mundo.

Ellas no cargan la foto de sus hijos en la billetera, la llevan en una camiseta, cerca al pecho o en un cartel. Con los años, han aprendido a alzar las imágenes de hijos ajenos; el dolor les ha mostrado que el hijo de una es el hijo de todas.

Muchas mueren esperando a su muchacho (con frecuencia, abatidas por enfermedades del aparato reproductivo), mientras sus muestras de ADN reposan en la Fiscalía… a la par con el cuerpo, sin identificar, de su hijo.

El subdirector de Servicios Forenses del Instituto Nacional de Medicina Legal (INML), Carlos Murillo, confirma que solo 35.000 casos de desaparición cuentan con muestras tomadas de ADN: el 65 % carece de ellas.

Luz Marina Monzón, directora de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), replicó el llamado que había hecho el magistrado Alejandro Ramelli, de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), en la reciente audiencia en Marsella: la búsqueda de desaparecidos debe tener prioridad en el Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026.

Sobre la coordinación de la búsqueda, dijo Monzón: “(El mandato de la UBPD) ha mostrado desafíos muy concretos que demandan la formulación de una política pública que asegure que todas las instituciones contribuyan y aporten al desarrollo estos planes regionales a través de los cuales se concreta el Plan Nacional, y que faciliten la agilidad de las respuestas a las familias”.

Colombia, sus ríos, manglares, cordilleras y sabanas son un camposanto. Desde 2018, a petición del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado, la JEP, sin escatimar esfuerzos, ha decretado medidas cautelares para la búsqueda de desaparecidos en 34 lugares.

Muchas desapariciones obedecen a razones políticas: ¡muestre de qué está hecho, presidente!

Son urgentes el fortalecimiento presupuestal y la aceleración de los procesos de identificación de los cuerpos que reposan en el INML, así como la toma de muestras de ADN en ese 65 % de casos que permanecen huérfanos: ¡La Fiscalía General de la Nación tiene que cumplir sus obligaciones con las víctimas!

Porque en esta temporada de festividades familiares personas como usted y yo podemos besar a nuestros hijos antes de que se acuesten a dormir, le suplico como ciudadana, periodista y mamá que el Plan Nacional de Desarrollo le dé prioridad a la búsqueda de desaparecidos en Colombia.

 

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