Bien por el presidente Iván Duque

Viendo con detenimiento, y después de conocer a diario lo que están haciendo algunos presidentes en el mundo, debo decir que me siento totalmente tranquilo con el presidente que tenemos. Iván Duque ha ido tomando todas las medidas que se han necesitado frente a una situación sin precedentes en la historia de Colombia y, obviamente, del mundo. Claro que la humanidad ha padecido otras epidemias en el pasado, pero según dicen los expertos, el COVID-19 tiene una capacidad de esparcirse y de duración en superficies más larga que otros virus anteriores.

Las dos preocupaciones del presidente, que ha atendido con prontitud y buen criterio, han sido: garantizar los ingresos de los más pobres, adultos mayores y jóvenes, y evitar la propagación masiva de la epidemia. Es claro que a pesar de todo lo que dicen los científicos y los economistas, todavía no sabemos a ciencia cierta cuál será el futuro de la humanidad y de la economía nacional y global. Algunos presidentes, como Trump, de Estados Unidos; López Obrador, de México; Bolsonaro, de Brasil, y el primer ministro británico, Johnson, subestimaron o siguen subestimando la agresividad y letalidad del coronavirus. El caso de Estados Unidos es dramático. Hoy es el país con el mayor número de contagiados. Los gobernadores piden ayuda y medidas de emergencia para evitar más muertos. No existe la menor duda de que Trump está pensando en la economía. Él cree que está primero la riqueza que la salud, y está pensando en su reelección. Ya verán ustedes que Estados Unidos será el país del mundo que tendrá el mayor número de muertos. Los hospitales ya colapsaron y los médicos se están contagiando por centenares. Y Trump en otro cuento. Lo de México y Brasil acabará siendo de proporciones épicas, pues los presidentes son populistas y bastante estúpidos. Uno de izquierda y otro de derecha, lo que demuestra que la estupidez no tiene ideología política.

A todos los que critican al presidente Duque solo les recomiendo que miren lo que está pasando en otros países para entender que estamos bien y sensatamente gobernados. A pesar de las dificultades y todo el desbarajuste que ha producido el coronavirus, el presidente ha actuado con firmeza y serenidad. Tiene además un equipo de colaboradores que en cada uno de sus frentes se ha crecido frente a esta imprevisible situación.

Esto apenas está comenzando y va para largo. Meses o tal vez años. Eso no lo puede decir nadie. Pero créanme que la institucionalidad está funcionando y el sector privado está demostrando una solidaridad sin antecedentes. La comunidad científica está operando con todo y, en general, los colombianos se están portando acorde con una situación tan complicada.

Se vienen tiempos muy difíciles para el mundo y para Colombia. Hoy les pido a mis pacientes lectores que sigamos al pie de la letra las indicaciones del Gobierno Nacional y nuestros gobernadores y alcaldes. Le pido a Dios a diario para que ilumine al presidente.