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Ni histórico ni suficiente

Gonzalo Hernández
29 de septiembre de 2020 - 03:00 a. m.

La decisión de la Junta Directiva del Banco de la República (viernes pasado) de reducir nuevamente la tasa de interés de política monetaria va en la dirección correcta, pero ni es audaz, ni histórica, ni suficiente.

Quien se quede con los titulares “bajó su tasa de interés por séptima vez este año”, “¡histórico!” o “puso la tasa más baja de la historia y está por debajo de la inflación” se perderá el momento en el que el mago esconde la moneda para que luego parezca saliendo de su oreja.

Si el Banco de la República hubiera dado pasitos más cortos con la tasa de interés desde marzo –por difícil que sea de imaginar–, podríamos estar hablando hoy de la novena o décima reducción en el año, en lugar de la séptima, y tendríamos un titular incluso más llamativo, ¿no? Pero eso no haría la política monetaria más audaz, ¿o sí?

Sería el mismo tipo de audacia con la que llegaron –por fin– a una tasa de interés de 1,75%, en medio de la crisis económica mundial más severa desde la Gran Depresión, cuando se anticipa que el PIB colombiano tendrá una contracción mayor al 7% al final del año –¡cayó 16 % en el segundo trimestre! – y cuando se han perdido más de cuatro millones de empleos en el país.

Las decisiones de política económica no pueden ser evaluadas, menos celebradas, sin el referente del desafío que enfrentan. No celebramos haber metido un gol cuando el resultado final muestra que perdimos y nos metieron cinco.

Y como si fuera poco, algunos ven necesario reforzar la autoconfianza del Banco de la República, para mostrarlo contundente y decidido en tiempos excepcionales, diciendo: “La decisión consideró de nuevo el marcado incremento del desempleo, algo que no es usual en las decisiones del banco central…”. Lo increíble es hacerle creer a la gente que el empleo no es un objetivo de la política monetaria en Colombia.

A la poca acción del Gobierno en materia de reactivación económica y del empleo se suma la capacidad limitada de reacción de la política monetaria. Parecen estar siguiendo el manual para días soleados mientras el país atraviesa una tormenta.

A todas estas preocupaciones, que he manifestado permanentemente en esta columna de El Espectador, hay que agregarle que la más reciente decisión de la Junta Directiva del Banco de la República no fue unánime. La reducción de la tasa de interés contó con el respaldo de cuatro de los siete miembros. Y dudo que los tres que se opusieron estén pensando en medidas más agresivas, como las que he propuesto en varias ocasiones (emisión y préstamo directo al Gobierno).

Hay por lo menos tres miembros que no están dispuestos a tener una política monetaria más activa. Si esa tesis triunfa y se acaba el asunto de los pasitos de política monetaria para mostrar gestión, ¿cuál va a ser el papel del banco central de aquí en adelante? ¿Entrará en letargo hasta que pueda gritar de nuevo: ¡inflación!, ¡inflación!? ¿Se convertirá en un espectador de la crisis?

Ph.D. en Economía, University of Massachusetts-Amherst. Profesor asociado de Economía y director de Investigación de la Pontificia Universidad Javeriana (http://www.javeriana.edu.co/blogs/gonzalohernandez/).

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Federico(1641)29 de septiembre de 2020 - 04:10 p. m.
Los “resultados” de este gobierno mitómano y tramposo, no pasa de ser un chorro de babas… Mire por donde se mire… ¿Ha escuchado a los ministros?... Recuerde que van por el control del Banco… Como lo expresó Salomón K
Atenas(06773)29 de septiembre de 2020 - 02:28 p. m.
Y de ese Sínodo u Olimpo de indolentes miembros de la Junta, q' viven lejos de nuestro mundanal ruido, ¿qué cabría esperar? Les tiene sin cuidado el macabro efecto de este desempleo e informalidad infernal, ese es problema de DUQUE, dirán. Ellos están sobreprotegidos, como el Gte Gral de Federecafé mientras más de medio millon de cafeteros comen mier...
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