Por Fajardo, el candidato de la experiencia y la decencia

Sin importar lo que digan las encuestas, este domingo muchos votaremos por Sergio Fajardo. Le daremos la oportunidad de estar en la segunda vuelta.

Su plan de gobierno para cambiar el rumbo del país es viable y está acompañado de liderazgo colectivo —para sanar a una nación dividida— y de experiencia con resultados sobresalientes de administración pública. Votaremos por su trabajo riguroso, su seriedad y su decencia. Estamos eligiendo presidente de la República.

Varios analistas han coincidido en que el programa de Fajardo tiene las mejores propuestas para atender los grandes desafíos del país: empleo, desigualdades (de género, de ingreso, regionales), protección ambiental, entre otros.

Y vale la pena destacar que ese plan pone a los jóvenes, las mujeres y los adultos mayores en el primer lugar. Lo hace integrando economía, protección social y educación. Para Fajardo la educación siempre ha sido la impulsora de la reducción de las desigualdades, la fuente de conocimiento para que las empresas sean más competitivas y generen más empleo, el motor del cambio productivo y la base de una convivencia segura, pacífica y respetuosa de la diversidad. Los niños y los jóvenes afectados hoy por las pobres condiciones laborales de sus familias merecen tener un destino diferente al de las generaciones que los precedieron, y esas familias merecen una mejor vida, además de la certeza de que sus hijos saldrán adelante.

Las mujeres, afectadas por tasas de desempleo más altas que las de los hombres y más dedicadas a las actividades del cuidado en el hogar, se beneficiarán de un Ministerio de la Mujer, que articulará un sistema nacional de cuidado (centros de cuidado para los bebés y los niños en la primera infancia, mejor educación pública para niños y jóvenes, centros de cuidado para las personas en condición de discapacidad, programas de apoyo para emprendimientos, proyectos comunitarios y empleo en actividades de cuidado social). Este sistema removerá las barreras de tiempo que impiden que ellas accedan a las oportunidades de educación y formación; podrán aumentar su participación laboral y contar con mejores salarios.

Los adultos mayores tendrán un programa integral de protección a la vejez, que incluye un apoyo de $500.000 mensuales para quienes no tienen una pensión. Esto responde al imperativo de ponerse al día con las deudas pendientes del Estado social de derecho.

Junto con José Antonio Ocampo y otros académicos y expertos de la política pública, he tenido la oportunidad de estar con Fajardo en su equipo económico. Sergio inspira el trabajo colaborativo de más alto nivel para solucionar los problemas del país. Su compromiso con Colombia es inmenso. Tiene claros los costos electorales de su coherencia y está dispuesto a pagarlos porque hay que llegar a la Presidencia sin las ataduras de las malas compañías para hacer las transformaciones que se necesitan. El cuidado del presupuesto público como algo sagrado necesita esa coherencia. Su talante, su inteligencia, su experiencia y su pasión por el servicio público han motivado el respaldo decidido de todas las personas que lo acompañamos. Es el mejor para ser presidente de Colombia. Voto por Fajardo.